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Instituto se movió rápido y ante la salida de Facundo Müller llegó a un acuerdo por dos temporadas con Sepo Ginóbili. El nuevo y flamanente entrenador del subcampeón en la temporada 2018/19 charló con Básquet Plus de las diferencias que implican dirigir un club como Instituto, con aspiraciones de protagonismo, y el proyecto que comandó durante seis años en Bahía Basket.
 

- Estás en la situación de un histórico de un club, que ahora tiene un desafío totalmente distinto. ¿Es así?
. Cuando al finalizar la temporada anterior hablamos con Pepe (Sánchez) y decidimos que no había continuidad en el trabajo mío, yo tenía claro que venía algo totalmente distinto. Era casi imposible encontrar un lugar como Bahía Basket en la Liga Nacional, asi que eso lo tenía claro. Iba a tener que dar un salto importante en el laburo. Instituto es un salto importante. Entiendo los desafíos que vienen, los diferentes objetivos, dejar de trabajar con jóvenes... El salto es grande y tengo que estar preparado.

- Agarrar al subcampeón de La Liga no es lo más normal para una primera experiencia fuera de Bahía. De todas formas, ¿tenías que reformular todo en cuanto a la metodología?
. Hay que reformular todo, yo puedo tener una idea basquetbolistica, pero lo que pasaba en Bahía Blanca no era todo decisión mía, sino que era un trabajo de equipo que venía de arriba, en cuanto a la rotación, los minutos de los chicos, por ejemplo. Acá va a ser un trabajo mucho más mío, los objetivos están claros e Instituto es un equipo que busca protagonismo y necesita ganar. Se trabaja de otra manera y los cambios que va a haber van a ser marcados. La planificación va a cambiar.

- ¿La forma de jugar también va a cambiar?
. Voy a tratar de llevar a Instituto a jugar un poco más dinámico, tratar de hacer el equipo un poco más largo. Eso sería los parámetros, en principio, que diferencia más al trabajo de Facundo con lo que hacía yo.

- Te encontrás con un equipo que viene de ser subcampeón, pero les va a costar mucho renovar las figuras del año pasado (Chuzito González y Faca Piñero). ¿Vas a tener que encontrar jugadores para mantener lo que hicieron o es una diferencia que tienen claro que no es fácil de repetir?
. Tengo claro que va a ser difícil mantener la base del equipo. Ya esos dos que nombrás eran parte importante del funcionamiento del equipo. Vamos a tratar de encontrar la forma de hacer un equipo competitivo e intentar mantener la mayor cantidad de jugadores que jugaron la temporada pasada. Depende también del presupuesto y los dirigentes. Estamos analizando alternativas.

- Te podés reencontrar con Whelan, aunque tenga chances de irse a Europa. ¿En algún punto sería bueno estar con uno que ya conoce cómo trabajás?
. Sí, seguro. Gastón (Whelan) siempre estuvo en los planes. Es una posibilidad. Veremos que decide, pero por el momento estamos tratando de conformar el equipo y buscando reemplazo para lo que era Chuzito (González), un jugador clave. Y reemplazo para Faca (Piñero), que no hay mucho en el mercado.

- Entrás en una dinámica distinta buscando extranjeros y jugadores en general, ¿te atrapa eso?
. Sí, estoy haciendo cosas que no hacía antes. Es bueno porque es el trabajo del entrenador. Contacto con los agentes, mucho video de americano (eso lo hacía). Buscar alternativas de juego, buscar jugadores a mi gusto y eso es buenísimo. Lleva un tiempo de adaptación y tratando de buscar alternativas a la continuidad de un proceso exitoso.

- Desde Instituto debe interesar también que armés una base de jóvenes. Lucas Reyes que viene de jugar el Mundial U19 y algunos más que han andado bien en LDD. ¿Es parte del plan?
. Instituto va a jugar torneos importantes y está claro que con ocho jugadores es muy difícil. La idea es meter a Reyes, el regreso de Cabrera también está latente, Rupcic en la posición interior y Bruera como un tercer interno con posibilidad de minutos. La idea es estirar el equipo lo más posible y son jugadores con mucha proyección.

- Tema extranjeros, ¿querés pocos?
. El plan inicial es dos, puede estirarse a tres. No más que eso. Primero por el presupuesto y después porque uno siempre prefiere al jugador nacional. Sam Clancy, si podemos lograr la continuidad, es prácticamente un nacional más.

- Ya pensando en Córdoba e Instituto, ¿mirás estos seis años en Bahía?¿Qué te dejan?
. Un montón de cosas. Primero una preparación en lo que yo decidí. Empecé de ex jugador, me encontré con la posibilidad de ser entrenador sin pensarlo tan pronto. Pasaron seis y mucha agua bajo el puente. Me formé, aprendí y creo que Bahía Basket va a ser parte de mi escuela durante toda mi carrera. Estoy muy agradecido. Logramos una marca registrada muy importante y sobre todo las relaciones. Impecable los seis años y les deseo lo mejor en la competencia.

- Venís de ser un profesor con jóvenes, ¿ese cambio es el desafío más grande?
. Seguro. El desafío va a ser llevar un proyecto con jugadores importantes, pero la forma de comunicarse va a ser la misma. Solamente entender que el jugador necesita un poco más de libertad, no estar encima y encontrar la forma de comunicarme con cada uno. Después el básquet es uno solo, se juega bien o mal.

Fabián García / [email protected]
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