Matías Huarte, a 20 años de una travesía para estar junto a Argentino
00:04 30/05/2019 | Se hizo cargo del club en la situación más complicada de la 2018/19 y, como entrenador principal, motorizó la salvación; pero su historia con Argentino va mucho más allá.
Foto: Agenda 365
Se cumplen 20 años de la aventura que realizó un joven Matías Huarte con un grupo de amigos para ver y estar junto con el plantel de Argentino. Según recopiló el colega Juan Francisco Vilchez, el entrenador de Argentino en la última temporada, viajó a dedo desde Junín hasta Madryn junto con un grupo en el que estaba su hermano Andrés y cuatro compañeros. En ese momento era uno de los juveniles del primer equipo en el marco de la vieja Liga B, pero la economía del club no daba como para que viajara el plantel completo. Matías le dijo al entrenador (Cristian Márquez) que le llevara la camiseta porque iba a llegar a dedo y cumplió. Una aventura increíble, en la que el propio Matías Huarte profundizó en una entrevista con Básquet Plus.
- ¿Cómo surgió ese viaje?
. El viaje surgió a raíz de que Argentino estaba peleando el campeonato en la antigua Liga B. Éramos seis amigos, algunos de los cuales éramos compañeros de las formativas del club y otros hinchas. Entre ellos estaba mi hermano Andrés, Federico Francisquelo, Hernán Rachid, Fernando De Narda y Luis Fernando Mugica. Lo que hicimos fue dividirnos en parejas y la mía fue Federico Francisquelo. Yo era el más chico (17 años), por lo que mi viejo me tuvo que hacer un permiso firmado ante escribano para poder ir de mochilero.
- ¿Tenían un itinerario más o menos armado?
. No, lo único que teníamos en la cabeza era llegar el día del partido. De Junín salimos un martes a la mañana y el recorrido lo hicimos bastante bien. Fede Francisquelo y yo hicimos noche en Bahía; después nos encontramos las tres parejas en Las Grutas, que justo se dio en el cumpleaños de “Frentu” De Narda y de mi hermano. Los festejamos ahí y nos alojó un chico que era de Junín. Al otro día ya estábamos en Madryn.
- Me imagino que debe haber varias anécdotas. ¿Qué te acordas de esa aventura?
. Si, anécdotas hay un millón. Pero la que quedó fue una: fuimos a un camping en el que nos encontramos con unos españoles y sinceramente la pasamos de fiesta. Con los pocos pesos que teníamos, quisimos ir al casino para ver si a la noche siguiente nos podíamos ir a un hotel para estar calentitos, pero la terminamos perdiendo. Eso fue después del asado y de haber tomado alguna copita de vino.
- ¿Qué recordás de aquel torneo y de aquel equipo de Argentino?
. El torneo era la antigua Liga B, un campeonato bárbaro en el que había mucha categoría y un gran nivel de jugadores. El entrenador era Cristian Márquez y con nosotros estuvieron jugadores que habían participado en la Liga Nacional, como fue el caso de Alfredo Vaccarezza, Gastón Zagrodny, Gastón Carra; el goleador era César Pastorino, un tremendo jugador. Era un equipo muy aguerrido, como los de Argentino siempre.
- En un principio no estaba estipulado que formaras parte del equipo en Madryn...
. Claro, formé parte del plantel yendo para allá. Los juveniles éramos Juanchi Cangelosi y Pablo Martínez (que también tuvo paso por la Liga Nacional con el club y jugó TNA). El presupuesto del club no daba para que fuéramos los doce jugadores, entonces viajaban 10. En ese viaje en particular, que era largo y que después tenía un tramo en avión (el siguiente partido era en Río Gallegos), no viajábamos los juveniles. Entonces yo le dije al entrenador que iba a dedo y llevaron mi camiseta. Cuando me vieron allá, me dieron la camiseta y me senté en el banco. Fui parte del plantel esa noche.
- Teniendo en cuenta todo este arraigo, ¿cómo podrías definir todo lo que pasó en la última temporada?
. Esta última temporada, uno como hincha obviamente que siempre quiere lo mejor para el club. Pero ahora me toca estar en otro lado, en el que obviamente el sufrimiento es muy grande porque uno, como te dije anteriormente, es hincha del club. Pero también tengo que ser profesional y trabajar día a día para lograr los objetivos que me propongo. El objetivo principal era salvar la categoría; con Diego Camún nos hicimos cargo del equipo en un momento difícil, en el que más de uno nos daba directamente como descendidos. Pero gracias a Dios y al plantel, que entendió el mensaje, las cosas salieron bien. Esto es un trabajo en conjunto, desde la dirigencia hasta los hinchas y ni hablar del plantel y cuerpo técnico. Empujamos el carro todos juntos para el mismo lado y eso es lo que a la larga hace que la cosas salgan bien.
Juan Martín Orellano / [email protected]
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