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Es cierto, Ginóbili llegó a una franquicia ganadora allá por la temporada 2002/03. Pero el IQ del bahiense, así como su forma de vivir, sentir y jugar al básquet, se combinaron y transformaron en esa pieza que le dio el salto de calidad definitivo a San Antonio Spurs, ese que Gregg Popovich estaba buscando para crear un legado inolvidable y que finalmente encontró bien lejos, en la Argentina.

Fueron 16 años con muchas más alegrías que tristezas, pero sobre todo con trabajo duro, regularidad y consistencia. Tanto para los Spurs como para Manu en lo personal, a un punto tal que a los 40 años tuvo la capacidad para estar a la altura, ni más ni menos que en la mejor liga del mundo y ante jugadores hasta a los que les llegó a doblar la edad. Fueron varios los factores que se lo permitieron, pero sobre todo ese gen competitivo presente en todas las grandes estrellas.

Ese mismo fue el que llevó a Manu Ginóbili a elevar su rendimiento en los playoffs, el punto más álgido de la competencia. A lo largo de los 16 años que jugó en la NBA, sus Spurs fueron el único equipo que no faltó nunca a la cita máxima de la NBA, lo que da la pauta de la regularidad anteriormente mencionada, que se trasladó desde el argentino hasta la franquicia de Gregg Popovich. En el resto de las 29 franquicias, el mínimo de ausencia es de tres playoffs (Rockets y Celtics) y el máximo es trece (Timberwolves).

Esa consistencia llevó a Manu a formar parte del dúo más ganador en playoffs. Junto con Tony Parker, sumaron 132 victorias en esa etapa tan decisiva y exigente de la temporada, más que cualquier otro dueto en la historia -si sumamos a Tim Duncan, se convierten en el trío más ganador-. En ese lapso de 16 temporadas, los Knicks ganaron apenas 7 partidos de playoffs. En términos comparativos, los 132 triunfos de Ginóbili superan el número combinado de ocho franquicias. Así de enorme fue el bahiense para los Spurs y para la historia de los playoffs. Veamos un pequeño repaso por sus números:

Fiel a su estilo, el último triunfo de la carrera profesional de Emanuel Ginóbili, aquel que se produjo en el AT&T Center en el marco del Juego 4 de la serie de primera ronda contra los Warriors. Con aquel partido, en el que había marcado 16 puntos, se metió de manera directa en un club muy selecto: solo Tim Duncan, Karl Malone y Kareem Abdul-Jabbar, había metido al menos esa cantidad puntos en playoffs, a los 40 años. Un broche de oro, al lado de las grandes leyendas, ese lugar que empezará a ocupar desde hoy.

Juan Martín Orellano / [email protected]

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