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Como es costumbre desde hace algunos años en este tipo de casos, Isaiah Thomas eligió el Players Tribune para publicar su mensaje de despedida de Boston y contar su visión sobre lo ocurrido. El nuevo base de Cleveland se mostró entusiasmado por este nuevo desafío, aunque todavía algo dolido por cómo se dio su salida de los Celtics. Sin embargo, lo más interesante tuvo que ver con su análisis de cómo el poder en la NBA está en manos de los dueños y el poco control que tienen los jugadores sobre su futuro. Esto tuvo para decir al respecto.

"No es que no lo entienda. Por supuesto que lo entiendo: esto es un negocio. Danny Ainge es un hombre de negocios e hizo un movimiento de negocios. No coincido con lo que hicieron, personalmente no creo que los Celtics sean mejores luego de este traspaso. Pero ese no es mi trabajo. Es el de Danny. Y es un trabajo duro, en el que ha sido muy bueno".

"Pienso que en muchos sentidos, esta es una buena lección. No solo para mi, sino para la liga en general. Y para los fans y la prensa también, en el sentido de lo que dicen cuando cambiamos de equipo. Pensaba en eso el año pasado con la agencia libre de KD: la gente lo atacó muchísimo por hacer lo que creía era lo mejor para él y su futuro. Lo transformaron en un villano, solo por hacer lo que era su derecho como agente libre".

"Este traspaso puede enseñarle mucho a la gente. La franquicia por la que arañé, me arrastré, sangré y por la que puse todo sobre la mesa, me traspasó. Así nomás, sin ningún aviso. La gente necesita corregir su perspectiva. Con alguna excepción, salvo que seamos agentes libres, 99 de 100 veces el poder está en los dueños. Cuando a los jugadores los mueven a diestra y siniestra, cambiándoles sus vidas, no pasa nada. Pero cuando eso es al revés y nosotros tenemos algo del control, es un escándalo. Eso dice mucho sobre la liga y nuestra sociedad. Todavía tenemos mucho por mejorar".