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Luego de ser sacados de la cancha en el tercer partido de la serie, los Toronto Raptors dieron una fuerte muestra de personalidad y vencieron a Milwaukee, como visitantes, por 87-76. Con este resultado la serie quedó empatada en dos, de cara a un quinto encuentro que se disputará en Canadá. Los Bucks no jugaron bien y dejaron pasar una chance inmejorable para dejar en jaque a su rival.

Sabiendo que tenía que cambiar de alguna manera el trámite de la serie, Casey abrió el cuarto punto con un cambio en la formación inicial: adentro Powell y al banco Valanciunas, buscando igualar la velocidad y juego perimetral de su rival. Con eso en mente, el partido arrancó con muchísima intensidad (aunque poca precisión) y con un visitante más firme, de la mano de DeRozan. Milwaukee no encontraba caminos claros hacia el aro, pero pudo emparejar la historia sobre el cierre, gracias a un buen tramo de Middleton. Tras 12 minutos, todo estaba igualado (19-19).

Lo mejor del dueño de casa se iba a ver en el segundo parcial. Terry tuvo un ingreso interesante desde el banco, mientras que Antetokounmpo dejó atrás un mal inicio de juego, con varias corridas y volcadas. Los Bucks habían recuperado el dominio de las acciones y parecían dispuestos a marcar diferencias, pero no lo supieron cerrar. DeRozan tuvo otro pasaje determinante y se encargó de que todo continuara en tablas: 41-41 al descanso largo.

Los Raptors habían podido resistir al golpe de Milwaukee en el segundo cuarto y eso pareció darles confianza para el resto de la tarde. No solo los Bucks volvieron a caer en un pozo de imprecisiones, sino que además aparecieron las dos figuras de los canadienses en su máxima expresión: al buen trabajo de DeRozan se le sumó Lowry y la máxima en su favor llegó a ser de 9. Los dirigidos por Kidd apenas anotaron 17 tantos en el período y acabaron 64-58 abajo.

La defensa de Toronto marcaba el tránsito del partido, contra un rival que sin poder correr la transición, se mostraba muy limitado en la mediacancha. Antetokounmpo no estaba certero y apenas los rebotes ofensivos de Monroe le daban una luz de esperanza a los dueños de casa. De todas maneras, la misma no iba a tardar demasiado en esfumarse: ráfaga de Powell, clave en ambos costados (cuesta entender por qué venía jugando tan poco), doble dígito de ventaja para los de Casey y triunfo sentenciado, llegando al 87-76 final sin sobresaltos.

DeRozan fue la figura del ganador con 33 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias, mientras que también hubo aportes interesantes de Lowry (18), Powell (12), Valanciunas (12) e Ibaka (10). En los Bucks el mejor fue Snell con 19, en un duelo que tuvo a Antetokounmpo lanzando 6-19 de cancha y perdiendo 7 balones.