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Hay pocos equipos en estos playoffs que sean tan parejos y a la vez tan distintos, como Washington y Atlanta. Los dos son comandados por bases extremadamente veloces, juegan a un ritmo alto de posesiones y apenas los separa un puesto en el Este... pero las similitudes terminan ahí y si profundizamos en ambos conjuntos, nos encontramos con un verdadero choque de estilos y propuestas.

Bajo la dirección técnica de Scott Brooks, los Wizards parecen por fin haber puesto a descansar los problemas de química de años anteriores y hoy sus dos estrellas (Wall y Beal) producen en pos del equipo. Tras un inicio lento de fase regular, se consolidaron como uno de los mejores del Este y ahora tratarán de demostrar que esta vez van en serio.

El transcurso de Atlanta en el año fue a la inversa: buen inicio, pero una segunda mitad del torneo para el olvido. Si bien tuvieron algunas lesiones importantes, el principal inconveniente pasó simplemente por el nivel de sus jugadores. Todo el equipo bajó un escalón en su rendimiento y llegaron a este abril con una marca de 6-10 en el mes de marzo.

Las diferencias continúan con las virtudes y defectos de ambos. Washington es un gran equipo ofensivo (7° mejor), pero con bastantes problemas defensivos (20°), mientras que Atlanta está todavía más desbalanceado, pero en el otro sentido: son la cuarta mejor defensa de la competencia y a la vez, el cuarto peor ataque. En este aspecto, hay un punto que puede resultar muy favorable para los Wizards: si bien tienen problemas atrás, son el tercer conjunto que más balones recupera por juego. ¿Cómo son los Hawks cuidando la pelota? Los terceros peores. Si los de Books marcan diferencias en ese aspecto, podría abrirles una transición donde son realmente difíciles de detener.

En términos individuales, esta tiene que ser la serie de John Wall. El velocista base de los Wizards es uno de los mejores de la liga en su posición, pero todavía no ha tenido un impacto grande a nivel playoffs. El duelo ante Schroder lo favorece claramente, pero veremos cómo se las arregla para conseguir sus penetraciones ante la presencia de Dwight Howard, quien sigue siendo capaz de cerrar el aro propio con eficacia.

En el caso de Atlanta, será fundamental que recuperen algo de la identidad de un par de temporadas atrás, cuando aparecián entre los mejores equipos pasadores del torneo. Hoy, con los cambios Howard por Horford y Schroder por Teague, han bajado notablemente en ese aspecto, lo cual también impactó a su promedio de triples (menos espacios y tiros abiertos). En la defensa de Washington aparecen huecos si uno tiene paciencia y los de Budenholzer deben apostar a eso. No es Paul Millsap quien tiene la llave del triunfo de los Hawks en esta serie. Al menos no desde la apuesta a un goleo exorbitante... el secreto está en sus tiradores y en la generación de espacios.