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No suele vivir el Real Madrid situaciones de amenaza de crisis, pero después de perder en el último minuto frente al Betis en Liga Endesa, Pablo Laso tenía una gran prueba de fuego en la casa del Anadolu Efes para mantener el segundo puesto en la clasificación de la Euroliga. Al reto se le unía la ausencia del máximo anotador del equipo, Sergio Llull, aquejado de unas molestias en la rodilla.

El inicio fue cuando menos ilusionante para los blancos. Con un 0-6 de parcial y un gran juego interior personificado en la figura de Felipe Reyes. Pero duró poco la ventaja, lo que tardaron los turcos en carburar y empezar a anotar con mayor facilidad. Rápidamente cogieron las riendas de un partido que transitaba pasando los minutos en una máxima igualdad constante. El marcador después del primer cuarto era de 22-21, con un Dunston gigante en la zona defensiva del Madrid, sin posibilidad de poder pararlo.

El segundo periodo mostró las debilidades de los dos equipos. En un intento por incrementar una marcha con la entrada de Thomas Heurtel, el Efes entró en una fase de desacierto y pérdidas, de las cuales se contagió el Madrid. El partido se volvió en un correcalles donde los fallos superaban a los aciertos, sin que nadie liderara a ninguno de los contendientes.

Dentro del caos, el equipo de Pablo Laso se desenvolvió mejor que el Perasovic, desesperado en el banquillo cada vez que sus jugadores fallaban un tiro precipitado. Dos canastas de Rudy y un triple de Taylor le dieron otra cara al Madrid que se fue al descanso con una mínima ventaja (36-37), positiva a tenor de lo visto en los 20 minutos iniciales.

Tras la reanudación el Madrid entró en una fase extraña, donde tras dos faltas antideportivas en contra, y dos técnicas a Laso y Rudy Fernández, volvió a ponerse por delante el Efes. Brandon Paul jugaba a su propio sistema y alternaba triples de mérito con tiros que no tocaban ni aro, sin embargo, era suficiente para mantener a su equipo arriba en el luminoso.

Las faltas de Ayón obligaron a Laso a contar con Thompkins, todavía renqueante por un proceso gripal, y en el primer balón que tocó desencadenó una racha de dos triples consecutivos, uno suyo y otro de Doncic que volvía a poner por delante a los blancos. El choque ganó en ritmo y se sucedía los tiros anotados desde el 6,75 por parte de los dos equipos. El intercambio de golpes acababa con los turcos dos puntos arriba a falta de diez minutos (63-61).

Los minutos pasaban y la igualdad vista durante todo el choque no se rompía a favor de ninguno de los dos contendientes. A los triples de Rudy Fernández respondía rápidamente Dunston haciendo daño desde la pintura. Quedaba poco para el final y la igualdad no podía ser mayor.

Cuando el Madrid más necesitaba un líder emergió la figura de Luka Doncic, jugador más destacado del choque, y con un triple increíble desatascó a los blancos. Después encontró a Ayón en la jugada que dio la ventaja decisiva finiquitando el choque. Sin emabrgo, en la última jugada, y tras una pérdida de Carroll, fue el mexicano, con un tapón provindencial el que permitió romper la mala racha en Estambul (78-80). Con esta victoria, el conjunto de Pablo Laso ya suma diez en la competición, y seguirá un partido más a la estela del CSKA Moscú en la segunda plaza de la clasificación de la Euroliga.

Andrés Nocioni: no ingresó.