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Willis Reed sin dudas fue una leyenda en los Knicks, a quienes les dio todo de sí y los llevó a sus únicos dos anillos en la historia. Pero lo que lo hace especial es el hecho de también ser admirado por los Nets por su paso como directivo.

Allí llegó primero como entrenador en 1988, aunque al año siguiente fue contratado como General Manager y Vicepresidente de Operaciones. A partir de ahí, se comprometió a armar uno de los equipos más entretenidos de ver.

Primero vía Draft llegaron Derrick Coleman en 1990 y Kenny Anderson en 1991, mismo año en que traspasó por Drazen Petrovic y lo sacó de unos Blazers donde el croata sufría por la falta de protagonismo. Y en 1992 le dio la guinda al postre, llevando al entrenador del Dream Team y campeón con Detroit, Chuck Daly.

A pesar de no haber logrado grandes resultados, New Jersey llegó a los primeros planos y fue reconocido por la forma de jugar. A partir de 1996 fue ascendido a vicepresidente senior de operaciones de básquet y poco a poco construyó un equipo que llegó dos veces seguidas a las finales de la NBA.

Dirigidos por Byron Scott y con nombres como Jason Kidd, Richard Jefferson, Kerry Kittles, Keith Van Horn y Kenyon Martin, los Nets llegaron a la definición en la 2001-02, ante los Lakers, y luego en la 2002-03 ante los Spurs de un Manu Ginóbili que cursaba su primera temporada. Reed dejó la franquicia en 2004 y detrás de él se fueron los mejores años en la historia del equipo.