NBA

Robert Parish y su último baile con Jordan que terminó en anillo

14:40 31/08/2024 | El Jefe cumplió 71 años y recordamos como fue su llegada a los Bulls para jugar la última temporada de su carrera. Un final soñado.

Robert Parish en Chicago Bulls (Getty).

Cuando se dice “el Jefe” en la NBA, automáticamente el primer nombre que salta a la mente de los fans viejos y no tan viejos, es Robert Parish. El legendario pivote tuvo casi toda su carrera vestido de verde, jugando para los Celtics, pero para el final de la misma, hubo un llamado de un rival de fuste para que se uniera a él y ese era, Michael Jordan.

Estaba pensando en su retiro tras su paso por los Hornets, donde justamente en unos playoffs había sido eliminado por Chicago, en unos Bulls que necesitaban un poco de fiereza cerca de la canasta. Entonces para la temporada 1996/97, Robert Parish hizo su último baile con los Bulls y, junto a Luc Longley y Bill Wennington, eran los encargados de desgastar a Shaq en una hipotética final contra los Lakers.

Parish ya tenía en su haber tres anillos conseguidos con Boston y en aquella NBA ochentosa, infinidades de batallas libradas con roces de partidos y no tanto, dado que alguna que otra vez se tomó a golpes de puños en medio de un encuentro. Su personalidad era conocida por los Bulls, un jugador de perfil bajo, callado, pero que hacía su trabajo en pos de lo colectivo.

No obstante, Jordan no se iba a quedar con la duda y fue a torearlo a Robert para ver de qué estaba hecho al final de su carrera, además de saber de que con qué compañero iba a contar en su cruzada por repetir el título de la temporada anterior. Entonces el propio Robert contó la anécdota cuando Michael lo apuró en un entrenamiento y él no dio un solo paso atrás: “Él estaba en el medio de la cancha y yo estaba en la parte superior de la llave. El equipo suplente le estaba pateando trasero a los titulares, Jordan estaba un poco molesto por eso y yo estaba hablando basura. Entonces me miró y me dijo que me patearía el trasero a lo que le respondí sin retroceder que si se sentía tan fuerte al respecto, que venga a hacerlo. No lo hizo, ese fue el final, no tuvimos otra confrontación en toda la temporada”.

Conociéndolo como era Jordan en la intimidad, esta vez por experiencia propia, Parish pudo entender como era su liderazgo y explicó el trasfondo de aquel encontronazo de palabras en un entrenamiento con los Bulls. “Michael tiende a poner a prueba a sus compañeros, especialmente a las nuevas caras del equipo. Creo que fue una prueba que una amenaza, estaba midiendo mi reacción a que él fuera un matón. Me midió a ver cómo respondería”, contó el Jefe

La historia terminó con el título de Chicago y el retiro con un anillo más para Robert Parish, quien se dio el lujo no solo de ser campeón de la NBA cuatro veces, sino que lo hizo con Larry Bird y Michael Jordan como compañeros, un hito único que agranda aún más la leyenda del Jefe, un pivote netamente ganador.

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