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Los años oscuros de Sacramento ya quedaron en el pasado. Ese récord de temporadas consecutivas sin poder meterse en los playoffs quedó en el olvido y ahora quieren dar ese paso que los afirme como un digno competidor en la Conferencia Oeste. Para eso, mantuvieron la base y contrataron piezas importantes.

La pieza clave que incorporaron en este mercado es DeMar DeRozan. Este gran alero llega desde los Chicago Bulls listo para ser protagonista en un equipo al que le hacía falta un jugador de este estilo. Los que se fueron son Harrison Barnes, Vezenkov y Davion Mitchell; ninguno determinante dentro del armado de Mike Brown.

Ahora los Kings pueden formar una suerte de big three que, si bien no está compuesto por jugadores de mucho renombre, pueden acoplarse bien y ser peligrosos. De'Aaron Fox manejando los hilos desde la base, DeRozan tratando de tener el buen nivel ofensivo que supo ofrecer y Domantas Sabonis con su nivel de All-Star. Un trío que ilusiona a los fanáticos de los Kings.

Un escalón más abajo aparecen jugadores con gran potencial para ser claves en el equipo: Keegan Murray, con un tiro de 3 implacable; Alex Len, para ayudar en la pintura; Kevin Huerter, un escolta con tiro que busca afianzarse; y Malik Monk, que siempre tiene partidos destacables en la temporada, junto a otros jugadores interesantes que puede ofrecer el conjunto de California.

Con un entrenador que ya conoce el equipo, una base que se viene manteniendo y con Sabonis, Fox y DeRozan como bandera, Sacramento Kings sabe que esta temporada puede lograr cosas importantes.