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Los playoffs de la NBA están en su punto cúlmine y esta tarde los Mavs le dijeron al mundo que no les importa que Phoenix haya sido el mejor equipo de la regular. Ellos están dispuestos a la hazaña y, con el gran triunfo de hoy 111-101, empataron la serie en 2 y pusieron en problemas a los Suns. 

Para Phoenix fue un día complicado, al que nunca le encontró la vuelta. Ya en el primer cuarto Dallas lo atacó con mucha agresividad, y se podría decir que en el primer minuto se vieron los puntos que serían clave: Chris Paul metió su primera falta a los 26 segundos y Bullock el primer triple de Dallas a los 34s. Serían dos temas que marcarían tendencia. Paul terminó condicionado todo el juego por las faltas y Dallas metió 20 triples en todo el partido, 8 en ese primer cuarto, que lo mostró dominante: 37-25.

Phoenix, a partir de ahí, siempre fue de atrás, con Booker remando en un mar de dulce de leche (35 puntos), bastante solo, y sin poder nunca llevar a su equipo a una remontada completa. Llegó a ponerse a 4 sobre el final del 3C pero un doble de Brunson y una bomba de Ntilikina le permitieron entrar a los 12 finales con 9 de luz. 

Allí, ya sin Paul, los Mavs controlaron el juego con los triples de Finney-Smith, absolutamente intratable, y con las penetraciones, anotaciones y descargas de Doncic, que hizo otro partido fantástico: 26 puntos, 11 asistencias, 7 rebotes y 4 robos. El quinto partido, en Phoenix, se jugará el martes y pinta para ser el que rompa la serie. 

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