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Luis Scola fue uno de los grandes jugadores que tuvo el básquet argentino a lo lago de la historia. El interno llegó a la NBA y se mantuvo durante una década en la mejor liga del planeta pero, durante una entrevista, reveló qué sintió cuando arribó a la competencia y las metas que se propuso mejorar para poder mantenerse.

Scola expresó: “Empecé a ver las diferencias que había con los demás jugadores y me asusté porque digo: ‘Estos tipos son tremendos’”, haciendo referencia a sus primeras impresiones al llegar a la NBA. Luego agregó: “Físicamente son impresionantes, tienen un talento abismal pero además son más largos, son más fuertes, saltan más, corren más”.

Scola jugó una década en la NBA entre Houston Rockets, franquicia que lo llevó a la mejor liga del planeta, luego tuvo un breve paso por Phoenix Suns, jugó en Indiana Pacers, Toronto Raptors y en Brooklyn Nets fue su última experiencia en la competencia estadounidense antes de partir hacia China para continuar su carrera.

Luis, luego expresó: “Entonces me pregunté: ‘¿Cómo voy a hacer yo para superarlos?’. Automáticamente me entró un pánico y pensé que tenía que hacer algo bueno”. Scola, reconoció que no era el mejor tirador, ni reboteador, ni en postearse, ni pasador, agregó: “Pasé por todas las categorías y en ninguna de todas ellas era el mejor de mi equipo”. 

Para rematar, Scola comentó: “Entonces dije que tenía que hacer algo para poder ser el mejor en algo y así lograr que mi estadía en la NBA sea más prolongada. Es por eso que decidí entrenar más que nadie para ser el mejor porque sino desaparezco”.