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Las finales de la Conferencia Este de 1993 tuvieron un momento sumamente histórico en la NBA. Es que un jugador bajo se atrevió a saltar y posterizar a Michael Jordan. Ese atrevido fue nada menos que John Starks, que dejó retratado a su Majestad en una volcada que aún hoy se recuerda.

Y el propio protagonista la recordó en el podcast Garden Party de los Knicks. “Esa era una jugada que se tenía que hacer porque el juego estaba en juego en ese momento en particular. Pero siempre hablo de eso: Riles (Pat Riley) solía decirnos todo el tiempo: 'Van a ver cosas durante el juego que podrán usar al final del mismo'”.

Y agregó: “BJ Armstrong estaba haciendo trampa en la jugada. Así que cada vez que Patrick Ewing venía a bloquear el balón, yo cortaba. Él saltaba hacia mi campo de visión, me empujaba hacia la línea de base y me atrapaba en la línea de base. En esa jugada en particular, cuando yo bajaba, si miras la jugada, lo estaba arrastrando lentamente por la cancha”.

En este contexto agregó: “Vi que Bill Cartwright no estaba en su lugar, salí de la línea de base y salté con todo lo que tenía dentro de mí. Porque sabía que Horace Grant se acercaba, medía 2,08 o 2,08 metros. Salí de la cancha rápidamente. La mayoría de los jugadores que driblan con la mano derecha saltan mejor yendo hacia la derecha”.

Para esta altura contó un pequeño secreto suyo, “tengo una pierna más grande que la otra, salto mejor con la izquierda. Eso es lo que hizo que esa jugada fuera tan especial. Cuando me levanté tan rápido, no tuvo tiempo de levantarse. Hice un mate y corrí por la cancha, solo para volver a la defensa”. Y no se dio cuenta el propio Starks: “Fue solo otra jugada. No fue hasta el día siguiente, cuando Herb Williams y yo estábamos sentados desayunando, tomé el periódico y vi quién estaba detrás de la jugada: Michael Jordan. Ni siquiera estaba pensando en eso, estábamos tan concentrados en vencer a Chicago”.