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Joey Crawford fue uno de los árbitros más carismáticos e históricos de la NBA. En este sentido, se retiró en 2016 por una lesión y ahora está nominado para un posible ingreso al Hall of Fame en 2024 junto a Andrés Nocioni, Fabricio Oberto y Vince Carter, entre otras leyendas.

Sin embargo, su carrera pudo terminar nueve años antes, más precisamente en 2007, cuando expulsó a Tim Duncan por reírse en el banco de suplentes en un juego entre los Spurs y los Mavericks. En el juego frente a Dallas, el pivote de San Antonio se rió de dos infracciones cobradas por los jueces, pero no lo hizo en la cara del colegiado ni de forma notoria, pero Crawford estaba atento a él. Y en dos minutos, le sancionó dos técnicas y lo mandó al vestuario. Incluso, el de Islas Vírgenes contó que el referí lo invitó a pelear después de esas acciones.

Como consecuencia de lo que pasó en el American Airlines Center, Crawford fue suspendido por la NBA y no estuvo para la gran final de la liga, que terminó con el anillo de San Antonio tras barrer a los Cavaliers de LeBron James. Esa sanción le cortó una racha de 21 años seguidos al árbitro en las finales de la competencia.

Pero también pensó que podían dejarlo fuera de la NBA: “"Stern me suspendió por el resto de la temporada. Pensé que había una buena posibilidad de que mi carrera terminara. Además me ordenó ir a ver a un psiquiatra de Park Avenue, dos veces, dos horas cada sesión. Este tipo iba a tomar una determinación sobre si estaba loco o no. Cuando llegué, subo y estaba muerto de miedo, empapado de sudor hasta mi cinturón. Entonces, este psiquiatra no distinguía una pelota de baloncesto de vóleibol. Después de esas dos horas, él dice, 'OK, ya hemos terminado'. Dije, 'Whoa, Whoa, Whoa, Whoa! Se supone que debo pasar otro día por un par de horas más. ¿Ya has decidido que estoy loco? Él dijo: 'No estás loco. Eres demasiado apasionado por tu trabajo'. Pensé, 'OK, ¡puedo vivir con ese diagnóstico!'".

Y agregó: "Terminé yendo a ver al Dr. Joel Fish en Filadelfia. Todos aquellos en Philly, que están en el mundo del deporte, fueron a verlo cuando tenían problemas. El tipo salvó mi carrera. Empecé a verlo un par de veces a la semana. Él me decía: 'Joe, si sientes que la ira viene, simplemente haz algo con tus manos. Ponlas a tu lado o detrás de tu espalda. Seguí recordándote a vos mismo que tenés que calmarte. Si alguien te critica por un mal cobro, disminuí la respiración. Recordá que sos un buen árbitro'. Esas cosas me ayudaron a superar mis últimos 10 años en la NBA".