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Después de que varios lo buscaran, José Defelippo se decidió por un Peñarol que viene de ser cuarto en fase regular y caer en cuartos de final de la pasada Liga Nacional, en lo que fue la gran sorpresa. El nicoleño llega luego de dos temporadas en San Lorenzo, con título incluido, y dando muestras de lo que puede hacer como líder ofensivo de un equipo.

En un San Lorenzo que se desmembró con respecto al campeón, y él fue uno de los pocos que repitió, junto a Leandro Cerminato y los más jóvenes. Allí, en 25.2 minutos de promedio tuvo 11.4 puntos, 5.6 rebotes y 3.7 asistencias a lo largo de 28 partidos. Fue el cuarto goleador, el tercer rebotero y el segundo asistente de un equipo que sufrió altibajos y terminó en mitad de tabla.

Ahora llega a un equipo plagado de jóvenes que mostraron un gran nivel, con Joaquín Valinotti, Bruno Sansimoni y Tomás Monacchi como los ejes perimetrales. En este contexto, la experiencia del nicoleño puede ser clave, jugando en cualquiera de las tres posiciones de la media cancha según Capelli lo requiera.

Tuvo una media de 1.44 triples convertidos, con un percentil de 83%, lo que significa que fue superior a ese porcentaje total en toda la Liga Nacional, según Sports Analytics. Pero no solo eso, sino que tuvo 2.89 tiros libres, más que el 83% de la liga.

Además, su intensidad defensiva también se vio, con 2.33 robos por juego, lo que da un porcentaje mayor al 97% de toda la competencia. Su lunar está en las pérdidas, donde fue el octavo de toda la Liga, con 2.4 por juego.

El perimetral tiene todo para explotar esta temporada, y puede ser la llave que le permita a Peñarol dar el paso que pretende luego de su enorme campaña pasada.