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A principios de este mes, Golden State envió a Wiseman a los Santa Cruz Warriors, lo que lo convirtió en el tercer pick dentro del Top 3 en la historia que baja a la G League, junto con Anthony Bennett y Hasheem Thabeet. Claramente, esa es una compañía en la cual ningún jugador querría ser mencionado, pero el interno de los Warriors está cayendo en más similitudes.

Incluso en la G-League, Wiseman ha sido menos que convincente. El pivote ha terminado con un +/- negativo en los cinco juegos para Santa Cruz esta temporada, algo que se le marcó mucho, tanto a él como a kuminga, en los partidos de esta temporada con Golden State.

Wiseman tiene un promedio de 15 puntos por juego, estandol ejos del dominio que mostró en sus dos partidos de la G-League la campaña pasada, donde hizo dobles dobles monstruosos y más de 30 puntos. Quizás más revelador es el hecho de que todavía parece perdido a veces, a pesar de jugar contra lo que debería ser una competencia muy inferior.

En su regreso Golden State, es difícil ver dónde encajará  Wiseman. Los Warriors ganaron cinco de sus últimos siete juegos sin él luego de un comienzo difícil de la temporada, y las estadísticas de los suplentes y las alineaciones sin el ex pick #2 han mejorado considerablemente. Por supuesto que tiene talento, volver de una lesión por tanto tiempo no es fácil y además, encajar en los Warriors no es para cualquiera. All-Stars como D'Angelo Russell o DeMarcus Cousins han tenido sus problemas. 

Sin embargo, el problema de James Wiseman es preocupante, más al ver qu Anthony Edwards y LaMelo Ball se convierten en All-Stars y las futuras caras de la liga, mientras que la segunda selección no puede hacer pie ni en la liga de desarrollo. Nada está escrito y su carrera no corre peligro, pero el reloj empezó a moverse para el ex Memphis de la NCAA.