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Joaquín Szuchman es uno de los tantos argentinos que se destacan en Europa. Sin embargo, la historia de él es muy distinta. A los siete años junto a su familia decidieron irse a Israel a continuar con su vida, dejando afectos en Concordia, su ciudad natal, donde comenzó a jugar con su hermano y siguió en aquel país.

“Llegué al básquet por mi hermano mayor. Él jugaba en el Ferro de Concordia, iba a verlo jugar y rápidamente me anotaron mis padres en pre-mini del Ferro. Cuando nos mudamos a Israel fue obvio que los dos sigamos jugando, en Israel empezamos en el club Ironí Nahariya, en el norte del país”.

Esos comienzos fueron muy apasionados para Joaquín con el básquet, que también le sirvió para insertarse y adaptarse en su nuevo lugar: “Me acuerdo q me emocionaba mucho cualquier cosa q tenga q ver con el básquet, ir a entrenar, jugar un partido. Cuando llegamos a Israel el básquet fue mí ancla dándome mucha seguridad y la oportunidad de mezclarme en una nueva sociedad y hacerme amigos rápidamente”.

Para dar un pantallazo general, Joaquín comentó cómo es la pasión de los israelíes por el básquet: “Acá el básquet es junto con el fútbol el deporte más seguido y de los más premiados. El nivel en las ligas profesionales es alto, hay varias academias de básquet q han y siguen formando jugadores a nivel europeo y mundial. Cinco o seis equipos compiten cada temporada en las distintas ligas europeas y en casi todas las canchas y partidos siempre está lleno de público”.

En 2012 comenzó su carrera profesional en Hapoel Gilboa Galil y allí se dio la posibilidad de representar a su país de adopción. “Representar a Israel se dio porque desde muy chico vivo, me crié acá, así que fue algo muy natural para mí”.

Con la selección israelí jugó en menores en dos campeonatos europeos, en el U18 de Macedonia 2013, con 9.6 puntos, 4.1 rebotes y 2.2 asistencias, y el U20 de Italia en 2015, con 3.3 unidades y 2.8 tableros por encuentro de promedio.

“Mi juego se caracteriza más que nada por ser un jugador de equipo, de defensa agresiva pudiendo defender cualquier posición. En la ofensiva juego de escolta, con un juego bastante diverso” comentó Szuchman.

Su carrera en el Gilboa Galil fue en ascenso, donde lo nombraron en 2018 como Mejor Defensor de la temporada. Un tiempo antes, en noviembre de 2017, hizo su debut en la selección mayor de Israel, frente a Estonia en los clasificatorios para el Mundial de China 2019.

Poco tiempo después, en 2019, firmó para el Hapoel Tel Aviv, para pasar en 2020 al Hapoel Eilat, donde no solo disputa la liga local sino también la FIBA Europe Cup.

El escolta contó la visión de su equipo en este comienzo de temporada: “Empezó muy bien, tengo un papel importante en el equipo y me siento cómodo en el club. El equipo juega en también en Europa, así que cada semana jugamos dos partidos, con viajes continuos a Europa”. A la vez, Szuchman dio los objetivos que se plantearon para esta campaña: “El primer objetivo hoy día, es pasar la primera etapa en Europa y terminar entre los ocho primeros de la primera vuelta en la liga israelí para entrar en la copa nacional”.

En cuanto a sus ambiciones, el concordiense marcó que: “Mi objetivo propio es seguir siendo consistente en mí juego, mantener un buen porcentaje en triples y rebotes. Pero más que nada, ayudar al equipo a ganar y llegar a los objetivos planteados”.

Por último, Joaquín no se olvida de su país y sus afectos: “Argentina es mi país natal, siempre sigo las noticias y más que nada las distintas selecciones y jugadores de básquet que sobresaltan. Me encanta sentir la pasión argentina en la vida y el deporte. Toda mi familia está allá e intento de viajar lo más posible, cosa que no se dio en los últimos dos años por la pandemia. Así que esta es una buena oportunidad para mandarles a todos un fuerte abrazo y que los quiero y extraño mucho”.

Alejandro Malky / [email protected]

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