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Olympiacos logró una victoria contundente por 85-71 frente a Panathinaikos, coronándose campeón griego a pesar de las bajas de Fall, Nigel Williams-Goss y la lesión de Sasha Vezenkov antes del descanso. El equipo mostró carácter desde el inicio, respondiendo a la ofensiva rival con una defensa sólida y parciales clave como el 12-2 del primer cuarto, que le permitió tomar la delantera. Aunque los triples fallidos limitaron la ventaja inicial, el equipo cerró el primer tiempo ganando 42-38.

La segunda mitad fue dominada por Olympiacos gracias al gran rendimiento de Tyler Dorsey y Nikola Milutinov, quienes marcaron la pauta ofensiva. Dorsey anotó desde todos los ángulos y fue clave en la generación de robos, mientras que Milutinov dominó en la pintura. Evan Fournier y Alec Peters también aportaron desde el perímetro, ayudando a mantener y ampliar la diferencia. 

En el último cuarto, la diferencia llegó a ser de +23 con Shaquille McKissick como figura destacada, mostrando energía en ambos lados de la cancha. Olympiacos controló el ritmo del juego hasta el final, frustrando los intentos de reacción de Panathinaikos. Con el triunfo, el equipo cerró la serie 3-1 y se proclamó campeón de la liga griega. El argentino Luca Vildoza volvió a salir campeón y estuvo 7 minutos en cancha, en los que no registró puntos.

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