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La llegada a la Selección de Grecia de Giannis Antetokounmpo se produjo en 2014, cuando aún tenía 19 años y había terminado su campaña de novato en Milwaukee. Pero su nivel de intensidad y seriedad tuvo confundidos a varios de sus compañeros, a tal punto que a Nick Calathes le molestó tanto que estuvo a punto de golpearlo.

Según el libro Giannis: el improbable ascenso de un MVP de la NBA, escrito por Mirin Fader, el base nacido en Estados Unidos malentendió la seriedad del joven y habló con Fotis Katsikaris, entrenador en ese momento del equipo.

“Decile a este chico que cambie de actitud porque lo voy a golpear en la cara” fue la escueta frase de la figura del seleccionado griego.

Y el propio Calathes dudaba de cómo insertar a Giannis: “Era una elección alta en el draft, pero no sabíamos cómo iba a encajar su juego y si podría ayudarnos”. Por su parte, el entrenador recordó lo que veía en él: “No estaba absolutamente listo para jugar, pero era un diamante en bruto. Nunca tuvimos un jugador como él, con sus características y su talento, necesitábamos trabajar con él”.

Ocho años después, es el equipo de Giannis y todos, incluído el propio Calathes, están encolumnados detrás de él en el sueño de lograr grandes cosas con la selección griega.