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José Luis Sáez y Germán Vaccaro empezaron bastante cerca en el tiempo su rol como presidentes de las Federaciones de Básquetbol de España y Argentina. Sáez en el 2004, Vaccaro en el 2008. Y el destino los llevó a tener una buena amistad, y parece que costumbres parecidas. 

Este lunes, la justicia llegó a un acuerdo con el español, por el que Sáez acepta ir un año a la cárcel por apropiación indebida de fondos de la Federación en su gestión. La suma, de 737.748 euros, no será devuelta en su totalidad, aunque sí una parte. Menor, eso sí: 118.000 euros. Más los 12 meses tras las rejas. 

Recordemos que Germán Vaccaro, en esta parte del mundo, tuvo que renunciar meses antes del Mundial 2014, al plantársele la Generación Dorada en pleno tras ver los desfalcos que estaba haciendo en la Confederación Argentina. España, evidentemente, tiene una justicia que funciona mejor, porque la causa de Sáez empezó bastante después y ya tiene sentencia, mientras que la de Vaccaro todavía da vueltas por los tribunales. Fue procesado por administración infiel, pero la causa no terminó.

Ambos, Sáez y Vaccaro, mostraron siempre muchos puntos en común. Alta exposición, mucho negocio alrededor de los dos mejores equipos de la historia FIBA de este siglo, y poca transparencia en lo que se recaudaba y gastaba. En Argentina, eso terminó con Vaccaro renunciado y una intervención que lideró Federico Susbielles, que luego perdió en el 2019 las elecciones a manos del actual presidente, Fabián Borro. En España, a Sáez lo sucedió Jorge Garbajosa, que sigue al frente de la FEB.