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La expansión de la liga europea, con intereses meramente económicos es una realidad. La estrella del Barcelona, Nikola Mirotic, recientemente dio apoyo a la curiosa idea de incorporar a la Euroliga un equipo en Dubai, esto dijó, “La cantidad de dinero y las puertas que se pueden abrir de tener un equipo allí, estoy totalmente de acuerdo con eso. Para mí, es una gran idea. Obviamente, otras personas tendrán que decidir. Pero veremos cómo termina esto”. Dubai aspira a organizar tres ediciones seguidas de la Final Four y a tener su propio conjunto compitiendo con los 'grandes' de Europa.   
 

Está misión de tocar nuevas tierras se basa en ambiciones selectivas. Existe un caso curioso de un suelo completamente fértil en la materia deportiva y aún poderoso en cuestiones económicas, pero todavía lejos de la alta competencia basquetbolística, es el caso de Reino Unido. En 2013 Londres había alojado el Final Four, en el que Olympiacos se consagro campeón. Hace ya 10 años esa fue la última intromisión de la liga en suelo británico. 
 

Años luego cuando la Euroliga abrió la liga para Alemania y Francia celosamente se quería reconstruir las relaciones también con Reino Unido y Jordi Bartomeu aseguraba que su grupo estaba "en proceso de hablar con mucha gente", entre la que han encontrado "inversores potenciales". Unas conversaciones que, sin embargo, no corrían prisa para Euroliga y que cerrarían la llegada de un conjunto británico fuerte "no antes de las próximas tres temporadas", lo cual finalmente no sucedería. 
 

Sin un equipo inglés desde 2002, cuando el London Towers participó de lleno en la competición, Reino Unido ha dejado de ser "un mercado regular" para la Euroliga. Un factor que al organismo continental y a sus socios le gustaría cambiar, para atraer la canasta a uno de los países reyes en el deporte global. Sin embargo, el básquet británico tampoco se ha esmerado mucho en elevar sus condiciones. Con una liga local poco ambiciosa, solo 10 equipos, donde los London Lions cuentan con las mejores instalaciones en el Copper Box, construido para los JJ.OO de 2012, con una capacidad para 6.000 personas. Un aforo que rara vez se completa. 
 

El deporte nacido en EE.UU tampoco recibe mucho apoyo institucional. Las inversiones en el desarrollo de los deportistas siempre se vuelcan más a las disciplinas originarias, como el futbol, rugby, tenis o cricket. Es por eso que el nivel de su equipo nacional tampoco es el mejor y ocupa el puesto 47 en el ranking de FIBA.  

Actualmente el único equipo inglés disputando una competencia internacional son London Lions en la Euro Cup. Equipos que ha comienzo de la década con el nuevo inicio de la Euroliga, eran al menos considerados, ya con el paso de las temporadas con el nivel competitivo subiendo y el básquet británico estancado se los fue relegando. Hoy en día el campeonar en la liga británica les asegura una participación directa en algún certamen internacional. Seguramente si la Euroliga continua en búsqueda de nuevos mercados y si el básquet en Gran Bretaña se empeña en crecer sus caminos en algún momento se volverán a cruzar