Especial

El regreso del Tigre Aguilar

08:36 12/10/2021 | A sus 56 años, el histórico Mariano Aguilar se puso los cortos para jugar el torneo local de Cañada de Gómez con ADEO. Sus sensaciones en esta vuelta a las canchas del torneo de mayores.

El Tigre Aguilar volvió a jugar en el torneo local de Cañada de Gómez con ADEO (Foto: ADEO).

Mariano Aguilar es un histórico del básquet argentino. Con su sacrificio, su garra, su carácter y su tiro, dejó una huella en cada lugar donde se puso la camiseta.

El Tigre había dejado el año pasado de dirigir Zárate Basket y volvió a Cañada de Gómez. Allí le llegó una propuesta inesperada, tal cual contó el mismo Tigre: “Yo vivo enfrente de ADEO, club de los Brussino y Mainoldi. En plena pandemia, con todo cerrado, me invitaron a entrenar y empecé con la primera. Vale aclarar que nunca dejé de entrenar y jugar, donde voy como entrenador entreno y juego con los maxi del lugar que me contrata. Entrené hasta que un día el entrenador me preguntó si quería jugar el torneo local. Fue muy sorpresivo e inesperado”. Allí, el histórico jugador continuó: “Yo esperando que me llamen para dirigir y me llaman para jugar. En fin, empecé, seguí, me esforcé y lo tomé con mucha responsabilidad, seriedad y compromiso”.

El Tigre, que jugó 25 años a nivel profesional, expresó cómo está viviendo esta nueva experiencia: “Lo vivo con la alegría e ilusión de un jugador de 17 años que lo citan para primera. Lo vivo como cuando me llamó Augusto Pastore para ir a Independiente de Zárate o cuando León Najnudel me llamó para ir a Sport de Cañada de Gómez”.

También, el ex Boca, Deportivo Roca, Pico FC, entre otros, nos contó qué es lo que lo motiva a jugar: “La pandemia me enseñó que nunca hay que aflojar, que hay que remar siempre. Muchas veces cuando no te llaman para dirigir, agarrás la metralleta y empezás a tirar mierdas para todos los rincones, buscando excusas, ensuciendo y despotricando contra el sistema, los clubes, colegas, jugadores, representantes, todos. Entonces traté de hacer todo lo contrario, entrenar, jugar, hacer cursos, escuchar a los más sabios, participar en los clinics en ATEBARA en ACEEPA, leer y tener la cabeza, la mente y el espíritu en modo positivo”. Además, contó cómo es su día: “No paro en todo el día. Arranco laburando en el gimnasio con un grupo de entrenamiento, viajo a Carcarañá, donde soy coordinador del básquet y dirijo U17 y U19, y cuando termina el día me voy a ADEO, a entrenar y disfrutar. De yapa jugué contra Pancho, mi hijo”.

Por último, explicó las metas que se propuso en este regreso: “Son muy simples, dar el 102% en cada acción defensiva u ofensiva, ser respetuoso por el básquet, por el entrenador y mis compañeros y, lo más importante, ser respetuoso del club al que represento. Siempre tratando de hacer lo mejor que se y lo que no me sale mejorarlo en los entrenamientos, en el día a día, esas son las metas de inmediato. En el corto plazo queremos tratar de llegar a las finales con este equipo de pibes extraordinarios, de buena madera, con un entrenador simple, honesto y práctico, y con mi familia en la platea. A largo plazo, espero tener la chance de volver a dirigir en Liga”.

El Tigre nunca se guardó nada en su carrera, y esta seguramente no será la excepción.

Alejandro Malky / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @alemalky

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