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Sin ningún tipo de dudas, Diana Taurasi es una de las mejores (sino la mejor) jugadora de baloncesto de toda la historia. La jugadora estadounidense con raíces argentinas es tricampeona de la WNBA y conquistó en seis oportunidades distintas la Euroliga Femenina, todas con equipos distintos.

Al ser una de las mejores jugadoras de la historia, también es una referente dentro y fuera de la cancha. Actualmente tuvo varias muestras de apoyo en la causa de Brittney Griner, jugadora estadounidense presa en Rusia hace varios meses, pero en 2012 se le plantó a FIBA por una causa insólita y bastante injusta.

En mayo de 2011, FIBA publicó un nuevo reglamento en el que se estipulaban unas medidas para el uniforme que deberían usar las mujeres dentro del campo de juego: la camiseta debía ajustarse a las curvas del cuerpo y el pantalón tiene que quedar, como mínimo, a 10 centímetros de la rodilla. En ambas prendas no puede haber más de dos centímetros entre cuerpo y tela.

Ante esta insólita normativa de FIBA, Diana Taurasi era una de las líderes del equipo turco de Galatasaray. En cada juego que su equipo disputaba en la Euroliga Femenina, la base estadounidense era la única que entraba a la cancha con vestimenta más holgada, en una lucha por parte de las mujeres para no sexualizar sus cuerpos, ni las vestimentas de las jugadoras.

El Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid le exigió a FIBA que no imponga uniformes sexistas a las jugadoras, según ha informado la organización mediante un comunicado. Según el Consejo de las Mujeres, FIBA impuso reducir las tallas de las equipaciones de los equipos femeninos en la Euroliga obligando a que “los shorts y las camisetas fuesen más estrechos, siguiendo las curvas/contorno del cuerpo”, que la camiseta no tapase los hombros, que la anchura del pantalón dejase un máximo de dos centímetros de espacio entre la tela y la piel, y que el pantalón estuviese siempre como mínimo diez centímetros por encima de la rodilla.

El Consejo de las Mujeres ha recordado que esta norma “vulnera el derecho a la propia imagen” y pidieron que se anulen todas las multas efectuadas hacia Taurasi por no usar la vestimenta que FIBA quería. Pero Diana tuvo que pagar igual y la suma llegó a ser de medio millón de dólares.