Denver Nuggets fue uno de los protagonistas del último día de traspasos en la temporada de la NBA y logró acomodar sus piezas para tener un equilibro mayor dentro de su plantilla. En esos cambios, Facundo Campazzo fue beneficiado de cierto modo.
Mike Malone ya confía en él y eso se vio impactado dentro de los minutos que juega por partido y, sobre todo, en los momentos que está sobre el parqué. El trapaso que trajo a Aaron Gordon a la franquicia de Colorado significó la partida de Gary Harris y RJ Hampton, dos perimetrales que competían con el base argentino.
La cantidad de jugadores en los puestos de base y escolta era una de las principales problemas a los que se enfrentó Campazzo desde su llegada a Denver, pero la lesión de Gary Harris y algunos compañeros le abrieron la puerta y supo aprovecharlo a la perfección. En algún momento, Hampton le ganó la pulseada, pero su infuelcia se desinfló con el paso de la temporada.
Además de la menor competencia interna dentro del plantel para el cordobés, los Nuggets sumaron a dos jugadores que pueden colaborar con él en una de sus facetas más destacadas, la defensa. Javale McGee brilla más cerca del canasto propio que en el rival y Aaron Gordon, si bien no es un especialistas, tiene la posibilidad de defender a perimetrales e internos y le da otra flexibilidad al equipo atrás.
De este modo, Campazzo quedó muy bien posicionado en la segunda unidad de Denver y es una de las principales alternativas para el perímetro con Monte Morris y PJ Dozier.