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A esta altura del partido, utilizar la palabra tragedia suena absolutamente exagerada casi para cualquier cosa que no sea relacionada al Covid-19. Por eso hablaremos de la fuerte complicación que podría generar uno de los proyectos que hay sobre los escritorios de los que deciden en la NBA para la temporada 2020/21. 

Se han adelantado algunas ideas, sobre todo la de empezar en la primera quincena de diciembre y terminar tarde, incluso pisando los Juegos Olímpicos de Tokio, y también una opción arrancando en la Navidad de este año, que inevitablemente se montaría a los Juegos. Pero no son las únicas variables que se manejan.

Según el medio Morning Consult, de Estados Unidos, hay cuatro escenarios distintos de calendario hoy en día y uno, el más alocado, llevaría el inicio de la temporada a marzo de 2021 si es que hay una vacuna en camino a conseguirse que permitiría que todos los equipos jueguen con público los 82 partidos de serie regular y playoffs. 

En este escenario, absolutamente inédito para la NBA, el final de la temporada sería en octubre de 2021, como ocurrirá este año, pero con los Juegos en el medio, lo que podría llevar a la NBA a otro movimiento totalmente inesperado, como hacer un parate en julio/agosto para que los jugadores puedan ir a Japón a participar para sus países. 

Esto generaría un lío bárbaro porque implicaría que los olímpicos jugarían partidos extra en el medio de la temporada mientras otros estarían casi un mes sin actividad, pero sería inevitable para que la NBA no sufriera una baja importante en atención de los medios en caso de solaparse con Tokio. En la NBA nadie obviamente ha aceptado esta variante como posibilidad real. 

Las otras tres opciones de juego van de diciembre a julio, pero con distintas opciones. Uno sería simplementa trasladar la estructura habitual pero en vez de empezar en octubre, hacerlo en diciembre.

Un segundo plan, que está diseñado para el caso de que haya brotes regionales de COVID-19, incluiría un lanzamiento programado y enfrentamientos restringidos regionalmente para limitar los viajes. Los equipos cuyos mercados de origen se vean afectados por un brote podrían trasladarse temporalmente a un sitio neutral para organizar juegos. El documento menciona específicamente a Louisville como ejemplo.

El tercer escenario para usar en caso de un brote nacional implicaría nuevamente reunir a los equipos en un sitio neutral operado por la liga, sin asistencia de público, a menos que la situación mejore. El documento indica que cada equipo podría jugar 64 a 72 juegos en este escenario y que los clubes rotarían por el sitio con 20 partidos allí a la vez. Según el documento, antes del 23 de julio el equipo que está estudiando las opciones definirá cuál es el mejor para presentarle al Board de Gobernadores de las franquicias NBA.