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Apenas un equipo sale campeón quizá no es el mejor momento para ver los peligros, pero es innegable que, a partir de que todo el mundo habla de la dinastía invencible que ha armado la franquicia de Golden State, la pregunta que surge inmediatamente es ¿se puede mantener a este plantel?

Para que eso ocurra, deberán pasar varias cosas. La más importante, que algunos de sus integrantes resignen (mucho) dinero con tal de seguir ganando títulos. Veamos cuál es la situación de sus cuatro grandes figuras: Curry, Durant, Thompson y Green.

Curry tiene contrato hasta la 2021/22, por lo que no está en discusión, aunque el incremento que irá teniendo su salario (37.4 millones el año que viene, 40.2 el siguiente, 43 en la 2020/21 y 45.7 en su última temporada), incidirá indirectamente en todo el plantel. Durant tiene opción personal para renovar en la próxima por 26.2, muy por debajo de lo que podría ganar en otro sitio (35). A Thompson le queda un año por 19 millones y a Green 2, uno por 17.5 y otro por 18.5.

En algún momento, todos querrán aprovechar la actualidad que viven y dejarán de ser tan generosos, o eso se cree. Thompson, por caso, podría hacer una extensión arrancando en 22.8, pero si espera a ser agente libre, ese monto podría subir hasta 32.4; ¿qué hará? Lo mismo ocurre con Green. Llegaría a 27.8 millones de extender, pero si sigue en el nivel que está, podría aspirar a un nuevo contrato por el máximo de 226 millones por 5 temporadas. 

No hace falta ser demasiado inteligente ni matemático para darse cuenta que el máximo para todos es imposible. En tres años, sumarían, solo entre ellos 4, unos 160 millones. En principio, no parece haber riesgos para la temporada entrante, aunque habrá que ver qué decide Durant. Si le saca a GSW un contrato de 160 millones por 4 años, empezarán los problemas. Por ahora, que sus hinchas disfruten a este equipo. Ya habrá tiempo para sufrir, si es que hace falta.