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Generalmente, cualquier cruce entre un primer y un octavo clasificado presenta al menos 15 o 20 victorias de diferencia. Sin embargo, la irregularidad del Este hace que el mejor equipo de playoffs (Boston), solamente haya ganado 12 partidos más que el último (Chicago). Más allá de eso, Celtics y Bulls se enfrentan en un cruce con muchísima historia, pero que tiene a los de Brad Stevens como amplios favoritos.

Quizá la mayor diferencia que se haya visto entre ambos conjuntos en la fase regular, no haya tenido que ver con el talento individual o la profundidad de un plantel y otro, sino con la química. Mientras que los Celtics fueron siempre un colectivo que empujó hacia el mismo lado, los Bulls resultaron todo lo contrario, incluso con discusiones públicas entre sus figuras (Rondo cargó contra Wade y Butler).

La otra gran diferencia está en el banco. Brad Stevens es un maestro y quizá el máximo favorito a llevarse el premio al mejor entrenador del año. Fred Hoiberg, por su parte, no ha logrado trasladar su buen trabajo a nivel NCAA a la NBA, donde luce sin la manija del equipo y cometiendo algunos errores tácticos llamativos. Ahora, el gran desafío para Stevens y Boston es confirmar su muy buena fase regular en los playoffs, donde aún no han tenido éxito en esta nueva era.

Desde los nombres propios, está claro que mucho de lo que hacen los Celtics en ataque va ligado de la tarea de Isaiah Thomas y sus 28,9 puntos por partido. En ese sentido, será muy interesante su duelo particular con un ex hombre de la casa, Rajon Rondo, quien recuperó la titularidad y viene con un pico ascendente dentro de la campaña. De hecho, Chicago terminó jugando al ritmo de Rondo y será interesante ver cómo se empareja con uno de los bases más desequilibrantes de la competencia.

¿De dónde vendrán los puntos de Chicago? Jimmy Butler y Dwyane Wade son los únicos valores confiables de una ofensiva que terminó rankeada 20°. El problema, es que del otro lado aparecen dos defensores perimetrales sensacionales como Avery Bradley y Jae Crowder (y cuando ellos descansan, entra otro especialista como Marcus Smart). Si Boston corta ese afluyente de puntos, los de Hoiberg puede que sencillamente no tengan suficiente arsenal como para ser competitivos en la serie.

Otro punto que claramente favorece a los Celtics es el banco de suplentes. Jugadores como Smart, el novato Jaylen Brown, Gerald Green, Jonas Jerebko y Kelly Olynyk, pueden tener un impacto claro cuando entran a cancha, mientras que por los Bulls no hay demasiadas alternativas en ese aspecto. Jugadores como Jerian Grant o Bobby Portis precisan tener explosiones por encima de sus realidades para emparejar esa lucha.

¿Dónde pueden aparecer algunos puntos de ilusión para Chicago? Bueno, la experiencia claramente es un plus que tienen a favor con respecto a un Boston bastante joven. Por otro lado, la ilusión puede pasar por el rebote: los Bulls fueron el cuarto mejor equipo en el tablero ofensivo, mientras que Boston finalizó 27° en el propio. Puede parecer un detalle, pero las posesiones extras en los playoffs valen oro.

*WS: Win Shares. Estimativo de triunfos que un jugador le dio a su equipo, según su aporte.