AmeriCup 2017
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Uruguay 66 - Estados Unidos 74
El Palacio Peñarol vibró ante una exhibición única entre el local Uruguay y Estados Unidos, en un duelo que tuvo todos los condimentos emotivos que una ocasión de este tipo merece y sabiendo que prácticamente era un cruce entre rivales directos que luchan por el único boleto rumbo a la Final Four de la AmeriCup. Fue difícil luchar ante una potencia como Estados Unidos, pero la cuota de intensidad y actitud que tuvieron los uruguayos hizo que esa dura misión se convierta en un sueño posible.
La agresividad defensiva que tuvo Uruguay en los primeros diez minutos dio una pequeña demostración de la seriedad con la que se iba a tomar el partido el elenco de Signorelli. Sin fisuras en el fondo y con respuestas muy sólidas adelante, el anfitrión se llevó el primer capítulo por un sorpresivo 20-11. Batista, el gran referente de la experiencia y el jugador que le quitaba el sueño a Van Gundy en la previa, llevó las riendas uruguayas en un inicio a pura ilusión.
Estados Unidos no estaba cómodo, la defensa de Uruguay había complicado y necesitaba encontrar alguna alternativa para descontracturar el juego. Fue allí donde encontró un parcial de 19 a 8, letal para dar vuelta lo ocurrido en el primer periodo y pasar al frente por 30-28. Warney, Hearn y Williams fueron claves para esa remontada, un vuelco que le permitió a los norteamericanos irse al descanso largo 34-32 arriba. Uruguay se encontraba abajo en el marcador y sufrió un despertar estadounidense, sin embargo el desgaste y la intensidad expuesta fue enorme.
Los de Van Gundy arrancaron el complemento un poco más derechos, o al menos eso se creyó en las primeras acciones del tercer parcial. La realidad es que Uruguay volvió a sacar un plus en su juego, desde la actitud pero también desde la convicción colectiva en sus sociedades. En esto hay que destacar el descomunal trabajo de Batista en la pintura, imponiéndose ante los internos norteamericanos para poner siempre a Uruguay en una posición inmejorable. La mano de Granger también fue determinante en diversos pasajes, permitiendo que los dueños de casa ingresen al último periodo con el objetivo de estar aún en partido: 50 iguales y promesa de un cierre emotivo.
Pero la historia empezó a caer a favor de Estados Unidos en el último cuarto. A pesar de la entrega y el corazón que le puso Uruguay, la realidad es que el desgaste empezó a hacer su trabajo y los de Signorelli se quedaron sin piernas. Fue un pasaje que condenó a Uruguay, lamentable porque había hecho un fantástico juego durante más de media pero dentro de un trámite donde Estados Unidos aprovechó esa pequeña grieta para sacar una diferencia de nueve unidades (66-57) a tres minutos del cierre.
No era un gran margen, pero es pérdida de gol en Uruguay donde estuvo más de dos minutos sin convertir terminó de apagar las esperanzas locales. Estados Unidos supo cuidar la ventaja independientemente del descomunal partido que redondeó Batista (22 puntos y 14 rebotes para los uruguayos) y se llevó la victoria por 74-66. El triunfo deja a los de Van Gundy muy cerca de la Final Four, ya que de vencer mañana a República Dominicana en el primer turno de la jornada lograrán su acceso a Córdoba.