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El Madison Square Garden es un escenario preparado para todo tipo de eventos. Los mejores boxeadores, cantantes, artistas y jugadores demostraron sus talentos bajo sus ojos. Kobe Bryant no sería la excepción y así lo demostró un dos de febrero de 2009, en donde anotó 61 puntos que batieron un récord por ser la mayor cantidad de tantos convertidos en un partido en ese estadio y que le dieron la victoria a Los Angeles Lakers ante New York Knicks por 126-117. 

El primer cuarto fue devastador y la presencia de Kobe Bryant se sintió desde el arranque, en donde convirtió siete puntos en los primeros dos minutos. Luego, la mentalidad de la mamba siguió apoderándose de él y finiquitó el periodo con 18 tantos. Desafortunadamente, sus anotaciones todavía no eran suficientes para que Lakers pueda liderar en el tablero electrónico (21-26). Todo cambió en el segundo chico, adonde el 24 entró respirando fuego, convirtiendo tres triples que le permitieron a los angelinos pasar al frente en el tanteador. ¿Y Kobe? Ya llevaba 34 puntos al final del primer tiempo.

A partir del tercer cuarto Kobe hizo definitivamente lo que quiso. Los fanáticos lo abucheaban y sus rivales no lo podían detener. Iba a la línea, desequilibraba a partir de sus aclarados en el eje o en el poste bajo, conseguía puntos fáciles y dominaba a su antojo y preferencia. Pero New York no se la pondría fácil y, gracias a un buen pasaje de Al Harrington, se mantuvo en vigilia (96-86).

En el último cuarto la experiencia pudo más y si había algo que Bryant hacía bien era ganarse el pan en la línea de los suspiros, especialmente en los momentos calientes. Así fue que mediante esa vía convirtió 11 puntos que le permitieron a los californianos sellar el partido y llevarse una victoria del monumental Madison Square Garden 126-117.

Kobe Bryant finalizaría el encuentro con 61 puntos, una marca que hasta el día de hoy se mantiene como una de las dos más altas (lo igualó Harden en 2019) que algún jugador le convirtió a New York Knicks en el Madison Square Garden. Todos fueron testigos de su dominio y, en la actualidad, ese hito resuena aún más que nunca. Simplemente una leyenda. De las mejores que la esférica naranja pudo conocer.

Ignacio Miranda/ [email protected]
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