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Aunque todavía no lo es oficialmente, Federico Susbielles ya puede ser presentado como el próximo Presidente de la CABB. El actual Interventor encabeza la única lista que se presenta a las elecciones del 22 de diciembre, donde será consagrado en su nuevo puesto.

A continuación, hablamos de esto y de todos los temas calientes del momento con Susbielles.

Me gustaría que me digas técnicamente, ¿cómo está el tema de la votación?, ¿va a haber elecciones con una sola lista?

Sí, va a haber elecciones el 22 de diciembre, en el marco de la Asamblea Ordinaria y Extraordinaria convocada en los plazos fijados por nuestros estatutos. El último viernes expiró el plazo de presentación de listas y hay una sola presentada.

Que es la tuya. ¿Se hacen las elecciones igual?

Así es. Las elecciones se hacen para consagrar esa lista nominada.

O sea, ya sos el Presidente.

Sí, virtualmente sí.

¿Qué te llevó a tomar la decisión de presentarte? De entrada estaba la sensación de que podías volver a presentarte, pero después eso se disipó hace poquito.

Bueno, en realidad yo siempre estuve muy concentrado en hacer mi trabajo adecuadamente. Desde que empecé sabía que tenía que hacer una tarea de objetivos cortos, mirando el día a día y no más allá de lo específico del trabajo de Intervención. Siempre dije que el protagonismo debía pasar por las Federaciones provinciales. Fomenté el diálogo y generamos reuniones entre los distintos grupos que venían dialogando. Y bueno, faltando 48 horas la realidad es que no había concenso en un candidato propio de las Federaciones y un grupo mayoritario de ellas me solicitaron que asuma la responsabilidad de ser candidato, continuando con un período de transición ya como Presidente, para seguir con este trabajo de ordenamiento administrativo. A eso sumarle la vida interna y el rigor institucional que tiene que tener una Confederación normalizada.

Las palabras de los pesados en Twitter, ¿te metieron presión?

Primero quiero hacer un reconocimiento a las Federaciones, muchas de ellas con alguna reserva hacia mi persona o que un Interventor continúe con una gestión ya de manera institucional. Cuando recibí esa nota e inmediatamente empiezan a llegar tantas muestras de apoyo, la verdad que sentí lo mismo que me había pasado cuando me llamaron para intervenir la CABB: no podía mirar para otro lado. Tenía que renovar este compromiso y asumir la responsabilidad. Siento que puedo hacerlo y tenemos que trabajar fuerte para terminar de unir a todas las partes. En esto se ha avanzado también. El enfrentamiento entre las Federaciones era mucho mayor cuando comenzó la Intervención. Hoy se ha mejorado pero en este marco la tarea estará completa cuando podamos sentarnos a debatir entre todos los actores. Mientras haya un actor en divergencia, va a haber mesa de diálogo por proponer.

Ahora, a un grupo de Federaciones decirle que no era más sencillo que decírselo a Ginóbili, Scola, Campazzo, Hernández, Chapu, Prigioni, Oberto...

Sí. Es un conjunto. Por supuesto cuando uno observa el conjunto, es algo contundente y homogénea. Sentí que no podía decir que no. Tenía que renovar mi compromiso con el lugar.

Yo soy de los que piensan que los jugadores pueden equivocarse. Pero tener el apoyo de tantos protagonistas es como que de alguna manera, disipó cualquier chance de discusión política. Había una situación de varios interesados en presentarse, pero como que era ponerse en una situación absurda. Entre las Federaciones y este apoyo, no había sentido en buscar una alternativa me parece.

Creo que fueron cosas en paralelo. Por un lado, se da una situación donde no había otras listas que reúnan los avales. Esto también hizo a mucha gente ver la necesidad de mostrar un respaldo, para un nuevo esquema de gestión que va a necesitar el apoyo de todos para construir un esquema de unidad y diálogo. A mi me gustaría remarcar todo el diálogo que ha habido en un año y medio, con todos los actores. Cada uno debe trabajar desde su rol. El dirigente tomando las decisiones que le son naturales. El jugador jugando. El entrenador sugiriendo en el orden que los involucra, los árbitros lo mismo. Me parece que una idea que nos une a todos es que la Confederación debe ser la casa del básquet argentino. Cada uno en su ámbito tiene que participar y enriquecer el diálogo y el debate. Seguramente entre todos vamos a poder construir algo mucho más fuerte y con menos posibilidades de equivocarnos.

¿Cómo te pegó el tema de la abstención que va a haber en la votación?

Lo tomo con naturalidad. Hoy tengo una responsabilidad mayor, que es la de representar a un grupo mayoritario de Federaciones y a buena parte del básquet argentino. Tomo con respeto cualquier expresión que pueda haber en divergencia con el modelo de gestión que planteamos. Por supuesto que no comparto el comunicado, ni algunas cosas que dice. Les voy a pedir una reunión la semana que viene para poder habarlo en forma personal. Pero lo tomo con respeto y buscando los caminos de diálogo frente a frente. Eso es lo que hace poder superar cualquier diferencia, sobre todo en mi caso donde tengo absoluta tranquilidad con el trabajo realizado, con la transparencia que hemos tenido en la gestión y de la manera en la que hemos podido ordenar la Confederación.

¿Cómo vas a hacer con el tema de tu función parlamentaria?

Voy a continuar siendo Senador. No existe incompatibilidad y creo que voy a poder realizar el trabajo. Hay un tema que sí es distintivo. En este año y medio tuve que trabajar con un grupo muy pequeño de colaboradores y tomando casi todas las decisiones en soledad. Ahora pasamos a una CABB normalizada, funcionando a pleno, con un gran número de comisiones que vamos a promover. Todas van a trabajar, van a hacer su aporte y vamos a compartir el trabajo entre todos. Es un cambio muy importante. Es algo que espero, porque fue muy difícil trabajar este año y medio de la manera que tuvimos que hacerlo.

¿El 22 se va a aprobar el estatuto nuevo?

Lo vamos a poner a consideración, está en el orden del día. Lo hemos hecho circular hace dos semanas por las Federaciones. Hay algunas que ya han hecho una devolución con alguna sugerencia. Vamos a empezar a trabajar esta semana con las Federaciones para que conseguir los acuerdos necesarios que nos permitan tener un nuevo modelo de gestión.

¿Se vota el 22 esto?

Sí, se vota. Se precisan 2/3 para la aprobación.

¿Si no se logran ahí, se trabajará para la siguiente Asamblea?

Exactamente. En caso de no lograrlo, seguiremos trabajando. Estamos convencidos que es un buen modelo. Estamos abiertos a todo tipo de sugerencias de las Federaciones y de los otros actores, porque también vamos a tener reuniones con la Asociación de Jugadores, de Clubes, de Árbitros y de Entrenadores, para que cada uno pueda hacer las modificaciones convenientes. Nosotros creemos que reúne las herramientas necesarias para garantizar participación, presencia de los estamentos, transparencia y profesionalidad.

¿Incluye la figura de un Secretario General?

Sí. El estatuto reúne todas las situaciones que venimos planteando. Aparecen figuras como un Secretario General, un Director Financiero y un Director Deportivo. Reúne la incorporación de los estamentos en forma orgánica a la Confederación, tanto de los jugadores, entrenadores y árbitros para que tengan presencia en el Consejo Directivo con voz y voto. Mecanismos de transparencia. Esa es un poco la espina dorsal del nuevo estatuto, que no es otra cosa que lo que venimos recogiendo en este tiempo.

¿Cambia mucho la relación con las Federaciones?

No. Nosotros entendemos que son el corazón de la Confederación. Planteamos una Comisión de Federaciones provinciales. Lo que sí hace es incorporar al resto de los estamentos y a la Asociación de Clubes.

¿El estatuto puede lograr la modernización de las Federaciones?

Esto también surge de un mandato de FIBA, invitando a las Federaciones nacionales a modificar su estatuto. Si es que efectivamente logramos tener este instrumento, trabajaremos con las Federaciones provinciales. Vamos a ver si en estos días conseguimos el concenso necesario.

Imagino que tenés tu Secretario General en la cabeza.

La verdad no. Es algo muy reciente. Yo promoví espacios para que las Federaciones puedan encontrar otro camino si lo creían conveniente. Así que esto es muy reciente. Por otro lado, el camino lo tenemos que empezar a construir con la participación efectiva de todos los actores y cada propuesta de nombres o proyectos los trabajaremos con ellos. Eso tiene que ser un salto de calidad positivo. Involucrar más actores te da legitimidad y menos chances de errar. 

La figura del Secretario General es el que se lleva el mayor peso del trabajo diario.

Es el encargado de la gestión diaria y va a ser importante, porque va a ser un trabajo de coordinación fuerte. Tiene que tener un perfil muy especial.

El 22 vas a presentar supongo un resultado de tu gestión. ¿Cómo va a estar ese tema?

Nosotros ponemos a consideración la memoria y balance de la gestión, de este último período. Diferentes Federaciones ya se han reunido con el abogado y la contadora, para poder consultar las dudas sobre los estados contables. Nosotros estamos muy tranquilos en esa materia, contamos con una contabilidad diaria. Hoy tenemos un balance que marca la realidad de la CABB, con lo cancelado y con lo que se está por cancelar. En su momento fuimos claro con que había una deuda reclamable de 33 millones. Nosotros avanzamos en una reestructuración de más del 90%. Esto quiere decir que quedaba crédito reclamable por menos de un 10% y hoy eso también ha bajado. 

¿Con la CABB saneada son muchas las cosas que se pueden hacer y que no se habían hecho nunca?

A nosotros nos va a quedar un año más de una carga de afrontar compromisos pasados importantes, que tiene que ver con el pago de esta deuda reestructurada. Ya el otro año, la CABB va a poder tener otro tipo de inversiones en concentraciones, torneos y demás. No obstante, este año y medio de trabajo, a través de la gestión de Espil y Uranga, hemos tenido un presupuesto mayor para los programas de desarrollo individual y las preparaciones de las selecciones nacionales. En eso estamos tranquilos, porque a través del ENARD y la Secretaría de Deportes, tenemos garantizado el financiamiento para estos programas.

De lo que pudiste hacer en estos meses, ¿hay algo que pensás que podías haber hecho distinto? Te pongo un ejemplo: a mi no me convenció el tema del Argentino de Mayores.

Sí. Por supuesto. Nosotros teníamos la idea de hacerlo con la metodología tradicional. Pero no hubo sedes, no hubo ofertas. La verdad en ese momento entendimos que era mejor buscar un formato excepcional y no perder la continuidad de tantos años ininterrumpidos de campeonatos argentinos. Sabemos que no fue la mejor manera pero fue lo que evaluamos con un grupo de Federaciones. Hicimos todo lo que pudimos con las herramientas y el equipo que teníamos. Está claro que los objetivos con una CABB normalizada deben ser mucho más ambiciosos. Vamos a precisar del aporte de todos los actores en la mesa. En Argentina uno observa mucha gente con ganas de hacer cosas y mucha gente capacitada. Si generamos esas mesas de debate, tenemos muchas chances de generar un marco a futuro muy interesante.

¿Te animás a hacer promesas de campaña?

No... seguir trabajando con responsabilidad, con perfil bajo, con seriedad. Una administración austera y darle los recursos a las Federaciones para que puedan desarrollar jugadores. Poder trabajar entre todos. En esto los clubes, las Asociaciones, las Federaciones, tenemos que lograr sentarnos en la mesa para hacer una lectura de cada situación que compete a nuestro deporte y como trabajarlas y enriquecerlas.

Mediáticamente, el título es "2016: el año del diálogo".

A fondo. Esa es la idea. Nos vamos a ir sentando para ir puliendo rispideces y generando una agenda que sea pública. Aparte de los actores involucrados, hay mucha gente que tiene su opinión. Tenemos que aprovechar esta situación de transformación que nos toca. Con el nuevo estatuto creo que daríamos un gran paso adelante. Y estoy seguro que con el aporte de todos, podemos generar un buen futuro. Me parece que tenemos una masa crítica importante con ganas de trabajar. Lo importante es poner en primer lugar al básquet, independientemente de las diferencias personales.