Derrota inesperada del UCAM ante el colista y en su propio feudo. Después de cuatro partidos lejos de Murcia, los aficionados esperaban con ganas este encuentro, en buena parte porque también los sevillanos se le habían dado bien a los locales en las últimas campañas. Pero los locales jugaron a ráfagas, fueron muy irregulares y abusaron del lanzamiento exterior. Con el 44-31 a falta de 18 minutos para el final del partido, el Real Betis estaba contra las cuerdas, pero el excenso de celo con los triples y la falta de intensidad en la recta final, ofreció la victoria a los de Óscar Quintana. El cántabro conquistó Murcia por 63-70.
Los primeros 10 minutos del partido fueron muy flojos por las dos partes. Negados de cara al lanzamiento de tres puntos, ambos conjuntos optaron por esta posibilidad que ofrece el juego para superar sus problemas ofensivos. El primero en otorgar una mínima ventaja a los de casa fue Hannah merced a sus dos triples y el partido se equilibró con los dos de Alfonso Sánchez. UCAM y Real Betis competían en imprecisión y por eso ninguno de los dos se fue en el marcador (14-16).
La apuesta de los murcianos no varió en los primeros instantes del segundo acto. La sensación es que los jugadores que lanzaban de tres lo hacían sin confianza, ya que las posiciones eran liberadas. Eso lo aprovechó el conjunto de Óscar Quintana para ponerse 17-22 a 6:45 del descanso. Hannah buscando las faltas de los rivales y Benite desde el exterior, dotaron a su equipo de algo que no había tenido. Obligaron al rival a defender dando un paso adelante y eso dejó huecos en la defensa bética. El UCAM dejó de fallar, y una técnica a los visitantes permitió a los de Ibón Navarro irse en el marcador 39-31 al descanso. El dominio del rebote y la defensa hizo que los murcianos lograran un 11-3 en los últimos 2 minutos.
Tras el descanso Hannah acertó de tres puntos y con el 44-31 los jugadores del UCAM volvieron a fallar en el tiro exterior, abusaron del triple y el testigo lo cogió el Real Betis. Los hombres de Quintana obligaron a los locales a parar el partido tras un parcial de 2-11 en menos de tres minutos. La rotación rápida del balón le dio ventaja a la hora de lanzar, esta vez con el acierto de Kelly, y el incremento en la intensidad defensiva provocó numerosos errores en el juego local. De tener el partido en sus manos cuando dominaba por 13 puntos a 8 minutos para el final del cuarto al 48-51 a 1 minuto. Abusar del triple fue una vez el pecado local (6/24), junto a la absurda ley de compensación que los árbitros aplicaron en la señalización de faltas (7/2). El cuarto lo cerró otra mala acción de Lukovic, que regaló la última canasta a los visitantes (50-54). Antes, los árbitros favorecieron claramente a los visitantes al no ver como un jugador bético agarraba y tiraba del aro hacia abajo.
En el último cuarto el UCAM llegó a ir perdiendo por 50-57, pero logró empatar a 6:30 para el final. Fue la única vez que los murcianos dieron la sensación de competir, ya que mientras que los visitantes aseguraban sus canastas cerca del aro o con pases a Kelly, los locales se empeñaban en tirar por el camino de en medio con el lanzamiento abusivo de triples que impidieron que pudiese competir por el triunfo. Soko no pudo con Kelly, el UCAM fue víctima de sus propios errores y Óscar Quintana le ganó la batalla táctica a Ibon Navarro (63-70).
Marcos Delía: 7 puntos, 11 rebotes, 2 asistencias, 1 robo, 2 pérdidas, 2 faltas, 3 faltas recibidas, 2-9 en dobles y 3-5 en libres durante 31:6 minutos.