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En las pretemporadas de Liga en las que las competencias internacionales consumen mucho tiempo, aquellos entrenadores de seleccionados que también tienen responsabilidad en un club deben descansar y confiar de manera ciega en sus asistentes para que estén a cargo de los trabajos.

Básquet Plus dialogó con Pablo Favarel (Regatas Corrientes) y Julián Pagura (Boca), quienes serán dos de los técnicos que están en esa curiosa situación en esta etapa de trabajos previos al inicio de la Liga.

“La pretemporada se planificó con Nicolás (Casalanguida) y en estos momentos junto al preparador físico y a Juan Pablo Mascaró evaluamos día a día como evolucionan los jugadores y trabajamos en base a eso”, explicó el rosarino Favarel, quien destacó en qué les pidió que trabajen su DT principal: “La idea es hacer hincapié en técnica individual y ocupación de espacios. Después, Nicolás le pone toda su impronta”.

Favarel ya vivió esta situación en la pasada campaña, por lo que esta vez lo toma más asentado en el rol: “El año anterior fue más complicado porque debía interiorizarme de la forma de trabajo y la idea de Nicolás, pero ahora hay toda una temporada de trabajo y con mucha gente que hace tiempo está en el club. Igual, la responsabilidad es la misma”.   

Para Julián Pagura, asistente de Adrián Capelli en Boca, la situación es un poco más extraña, porque además de ser la primera vez que vivirá una situación así, también se da el hecho de que viene de ser entrenador principal.

“A mí es la primera vez que me pasa y estuvimos hablando mucho con Adrián (Capelli) sobre lo que él quiere para el equipo”, analizó Pagura quien trabaja junto a Sebastián Festa y a un cuerpo técnico muy completo y analiza a fondo la situación: “Uno como entrenador piensa de una manera y actúa de una forma y como asistente tenés que pensar como piensa el entrenador principal, tener claro que las decisiones las toma él”.

“Por un lado es raro, pero está muy bien hablado de antemano con él y toda esta parte de la pretemporada está buena para despuntar el vicio en el caso mío que vengo de ser entrenador principal de un equipo de Liga y hoy soy asistente”, amplió.

Y Pagura tiene claro el objetivo: “Sé que cuando venga Adrián todo va a estar como él quiere y le va a dar la pincelada final al trabajo que realizamos. Todo tiene que ver con lo que él quiere y su idea para el equipo. En este caso yo soy un trasmisor de pensamiento y trabajo de acuerdo a lo que él quiere lograr. Hay presión y compromiso”.

Dos historias que las que se dan en la Liga (hay otras en esta misma temporada) en las que queda marcada a fuego la importancia del trabajo de los entrenadores y asistentes para un plantel y para apuntalar a su técnico principal.