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Emiliano Basabe (Argentino de Junín): Más allá de su ya conocida capacidad defensiva y entrega, las cuales siguen siendo sus mayores virtudes, Basabe ha ido progresando en su juego en general. En la temporada pasada ya dio algunas muestras de un tiro mejorado, además de ser uno de los jugadores más eficientes con los lanzamientos dobles (66%). El perimetral será pieza fundamental dentro del esquema de Argentino y no solo deberá mantener su intensidad en la marca, sino también un mayor protagonismo en el ataque. A la hora de señalar jugadores con una alta probabilidad de crecimiento, Basabe resulta una apuesta bastante segura.

Joaquín Gamazo (Argentino de Junín): Gamazo es uno de los varios jugadores que vienen del TNA y que tienen expectativas importantes para esta próxima temporada de la Liga. Es cierto que debe demostrar que la altura (1,98) no le es un impedimento para destacarse como ala pivote en este nivel, pero lo cierto es que los números apoyan al interno: viene de promediar 17,1 puntos y casi 7 rebotes en el TNA con Estudiantes de Olavarría y de romperla en Uruguay con 25 de agosto (18,2 puntos y 6,6 rebotes). También tuvo algunos amistosos interesantes en la previa del torneo, por lo que no hay que perderlo de vista.

Eduardo Vasirani (Boca Juniors): Si bien con Lampropoulos, Calderón y Caffaro, tendrá mucha competencia en el puesto, se espera que Vasirani tenga un rol importante dentro del plantel de Ronaldo Córdoba. El pivote de 25 años viene de buenas temporadas en el Torneo Nacional de Ascenso y con su altura (2,07) y buena movilidad, promete ser una grata revelación en una posición sin tanta variante entre los nacionales. Atención con su capacidad rebotera y para dar tapas.

Iván Gramajo (Ferro Carril Oeste): Luego de un año con poca participación en Lanús, Gramajo está listo para demostrar su talento anotador en Ferro. Allí ocupará una de las fichas U23 y seguramente tendrá minutos para demostrar su capacidad. El escolta tiene una mano muy certera, se mueve bien sin pelota y ha ido mejorando defensivamente. Si gana confianza, puede ser un factor poco esperado para uno de los candidatos a pelear arriba en el torneo.

Sebastián Mignani (Hispano Americano): A sus 26 años tendrá su gran prueba en la Liga Nacional. Mignani es un 1-2 que viene de romperla en el TNA y que será clave para darle una cuota de desequilibrio individual a Hispano. Habrá que estar atento a cómo hace la transición a la primera categoría, pero no debería sorprender si repite lo que hace algunos años logró Luciano Massarelli con Ciclista.

Franco Vieta (Libertad): Vieta regresa a Libertad luego de un interesante paso por Hindú, en el TNA. Se espera que sea el primer recambio en las posiciones 2-3 para Facundo Müller y en ese rol podrá demostrar su destacada capacidad anotadora. Es un anotador puro, capaz de sumar tanto atacando el aro como lanzando desde afuera, y en esa función de ofensiva desde el banco podría encontrar un lugar importante en la rotación del equipo santafesino.

Pedro Barral (Obras Basket): El joven base de Obras viene con un crecimiento franco, año tras año. Esta situación lo ha llevado a que se gane la chance de que el equipo capitalino apueste por él para la titularidad y ahora deberá demostrar que está a la altura de esa decisión. Barral es un base natural, con mucha creatividad y dinámica. No es un anotador, pero a la hora de crear juego, promete ser de lo mejor del torneo. 

Fernando Zurbriggen (Obras Basket): Así como Obras apostó por Barral para ser el base titular, también lo hizo por Zurbriggen para ser su suplente. El santafesino es un todo-terreno que aporta en la mayoría de los rubros y que siempre ha estado a la altura de las circunstancias, con actuaciones destacadas en selecciones juveniles, Liga de Desarrollo e inclusive, en sus minutos en la Liga Nacional. ¿Su carta de presentación? La intensidad defensiva.

Iván Basualdo (Quilmes): Es cierto que Basualdo trae un par de buenas temporadas en Obras, que incluso le han ganado una citación a la selección Argentina. De todas maneras, lo incluimos en esta lista porque parece listo para tener un salto de calidad muy marcado. No solamente desde lo que él pueda aportar, sino sobre todo desde el rol y protagonismo que promete tener en Quilmes. Defensivamente formará una dupla excelente con Ivory Clark y tratará de aprovechar su capacidad atlética y velocidad para sumar en ataque. Allí será fundamental ver cuán seguro está con su disparo a media distancia.

Eric Flor (Quilmes): Otro jugador de Quilmes que se perfila para tener una campaña de crecimiento es Eric Flor. El escolta no tuvo demasiadas chances en el San Lorenzo campeón pero es un jugador dinámico, agresivo y creativo con la pelota en las manos. Puede formar una dupla más que interesante con Luca Vildoza.

Javier Saiz (Regatas): Al igual que Basualdo, Saiz aparece un escalón por encima del resto de nuestra lista, al ya contar con experiencia en la selección nacional. En su caso su crecimiento puede ser doble: una marcada mejoría que se ha ido viendo en el último tiempo, sumado al importante protagonismo y cantidad de minutos que se cree tendrá en la rotación de Piccato. En nuestro país no sobran los ala pivotes con sus características y una buena Liga puede catapultarlo definitivamente al seleccionado.

Máximo Fjellerup (Bahía Basket): Así como la 2015/16 terminó de consolidar en Bahía las realidades de jugadores como Redivo, Vaulet y Whelan, la 2016/17 promete ser la Liga de explosión de Máximo Fjellerup. El escolta es uno de los mayores talentos jóvenes de nuestro básquet y aunque tendrá buena competencia en su posición, tiene todo para empezar a transformarse en un jugador desequilibrante. Su combinación de físico, capacidad atlética y creación con la pelota en sus manos, es difícil de encontrar en el torneo. Si gana un poco de consistencia y regularidad, este va a ser su primer gran año.