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Sims retornó de los Estados Unidos, donde fue a casarse, y ya se entrenó con el equipo, mientras que Quinteros mejoró de su fascitis plantar. "Cambia mucho todo ya que ahora vamos a jugar en nuestra cancha ante nuestro público y con el equipo completo, y uno intenta siempre aislarse del dolor. Muchas veces se soporta y otras te invalida, no es fácil estar concentrado, ya que es una lucha constante entre el dolor y el rival y uno mismo, pero en estas circunstancias haremos todo lo que esté al alcance para ayudar al equipo", le dijo Paolo a Básquet Plus antes del decisivo juego 3.

"Con el transcurrir de la Liga aprendimos que hay momentos en los cuales podés competir y en otros resistir, debido a las ausencias, entre otras cosas, y la jerarquía del adversario. En estos dos primeros juegos solo pudimos resistir, para este tercer juego con el equipo completo (deseamos que así sea) y en condición de local sentimos que pasamos de la resistencia a la competencia", agrega Gabriel Piccato.

Aunque la presencia de Quinteros no está 100% asegurada por su evolución minuto a minuto, Regatas y Paolo saben que mucho más no pueden esperar y por eso se da por sentado que, salvo un agravamiento de la situación, el escolta será de la partida. La pregunta que muchos se hacen es, ¿será eso suficiente para cambiar una tónica en donde no hubo paridad?

Julio Lamas decía tras el 2-0 que ahora en Corrientes será todo distinto, como nunca antes cambió una final en el medio del transcurso en la historia. Un mensaje más para los propios que para los ajenos. Una forma subliminal de decirle a su plantel que se esfuercen por no recordar siquiera los 26.5 puntos de media de diferencia que hubo en los dos primeros choques.

Es fácil decirlo, pero no tanto plasmarlo. Es inevitable de alguna manera que San Lorenzo haya sentido una superioridad tan clara como lo marcaron los resultados. Pero como tiene jugadores veteranos acostumbrados a jugar estas instancias, sabrán que nada está dicho todavía. Aguirre, el bicampeón que busca el triplete, seguramente recordará cuando el Quimsa casi imbatible de la 2014/15 viajó a Comodoro 2-0, como para liquidar, y volvió 2-2 a Santiago. Es solo un ejemplo que indica que la final termina con 4 partidos ganados, jamás antes.

Los dos primeros juegos son imposibles de clasificar. No hubo paridad. No hubo competencia y difícilmente la mayoría de los factores que marcaron la distancia entre ambos se repita ahora. Eso no quiere decir que San Lorenzo no pueda volver a ganar, incluso ampliamente, pero si lo hace será por otros caminos. 

La presencia de Sims y Quinteros, además, no es la ideal. Sims traerá consigo la carga de un largo viaje y una situación anímica que afectará (bien o mal, habrá que verlo), mientras que Quinteros, en el mejor de los casos, estará en cancha lejos de su mejor estado físico. De todos modos, Regatas ya supo jugar sin uno de los dos, pero quedó bien claro que sin los dos, ante un rival de la calidad de San Lorenzo, le resulta imposible. 

Para San Lorenzo la motivación es doble: ponerse match point, a un partido del bicampeonato, e igualar la marca de victorias consecutivas de la Liga (17), compartida hoy por 3 equipos: Peñarol 1993/94, Atenas 2008/09 y Quimsa 2014/15.