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Si hubiera que mostrar 10 minutos de básquet para ejemplificar al básquet caribeño (al menos en su gran mayoría), el primer cuarto de Puerto Rico vs Dominicana podría ser utilizado más que correctamente. Casi sin defensas positivas, el arranque fue un festival ofensivo de ataques en transición y tiros de tres puntos.

El primero en dar un paso adelante en ese contexto fue Puerto Rico, tomando una rápida ventaja de 7 a 3, con un inicio interesante de Renaldo Balkman. Luego, ante una Dominicana todavía más permisiva en defensa que su rival, aparecieron los triples de José Juan Barea y el aporte de Ángel Vassallo (5 libres) para escaparse por 17 a 11.

El cierre, sin embargo, iba a mostrar una mejor cara del equipo de Kenny Atkinson. Clave en ese sentido fue el ingreso de Edward Santana, quien trajo varias soluciones desde el banco. Además, hubo un buen pasaje en el goleo de Francisco García y de esa forma, los dominicanos terminaron apenas dos tantos por debajo: 27-25.

El buen final de República Dominicana no se trasladó al segundo período. Allí, Puerto Rico fue mucho más, abriendo con un parcial de 14-2, para tomar una máxima de 41 a 27. Además de la anotación de Barea, fue fundamental la entrada de John Holland, a quien se vio bien físicamente por primera vez en el certamen. El perimetral defendió, anotó y también asistió, mostrando toda su calidad internacional, que tanto han extrañado los de Pitino hasta ahora.

A partir de ahí, poco pudo hacer Dominicana en la primera mitad. Los boricuas siguieron siendo muy superiores y con un buen tramo de Ramón Clemente, cerraron el primer tiempo con una diferencia de 13 unidades (47 a 34), en lo que fue quizá, su mejor momento del Preolímpico hasta ese entonces.

El comienzo de la segunda mitad, trajo desde temprano otro panorama. Los dominicanos abrieron precisos desde el perímetro, con lanzamientos de García y Eulis Báez. Además, los de Pitino no volvián en la transición y con una corrida de Santana, la diferencia bajó a cuatro (50-46).

La respuesta de Puerto Rico fue clara: darle la pelota a un encendido Barea. El base no sólo contestó anotando, sino también asistiendo y dándole puntos fáciles a sus compañeros. Así su equipo tomó algo de aire y se adelantó por 57 a 48.

Desde ese momento, se creó un duelo ofensivo entre el propio Barea y James Feldeine, quien junto a Orlando Sánchez cargaban con los ataques dominicanos. Igual, cerrándose el cuarto aparecieron Balkman y Clemente en la zona pintada, estampando el 69 a 61 parcial.

El último período arrancó con una temática repetida: Puerto Rico sacando diez de diferencia, luego confiándose y con tiros perimetrales, Dominicana recortando a 6 unidades. ¿Cómo se quebró esa historia? De nuevo con Barea. El campeón de la NBA con Dallas tuvo una nueva ráfaga para alejar a su seleccionado, esta vez de manera definitiva.

Entre Feldeine y Rigoberto Mendoza le pusieron algo de suspenso a la definición, pero la distancia ya era grande y el tiempo demasiado poco. Puerto Rico terminó ganando por 98 a 92, sumando así su primera victoria para la tabla de posiciones y todavía con vida de cara a una posible clasificación para las semifinales.

Puerto Rico (98): José Juan Barea 37, Carlos Rivera 7, Ángel Vassallo 12, Renaldo Balkman 13 y Jorge Bryan Díaz 2 (FI); Guillermo Díaz 0, Richard Chaney 8, Javi González 0, John Holland 4 y Ramón Clemente 15. DT: Rick Pitino.

República Dominicana (92): Edgar Sosa 13, James Feldeine 25, Francisco García 25, Eulis Báez 9 y Eloy Vargas 4 (FI); Víctor Liz 2, Rigoberto Mendoza 4, Edward Santana 11, Orlando Sánchez 4 y Luis Flores 0. DT: Kenny Atkinson.

Parciales: 27-25, 47-34, 69-61 y 98-92.

Árbitros: Pablo Estévez, José Reyes y Michael Weiland.

Estadio: El Palacio De Los Deportes.