En el contexto del retiro de Emanuel Ginóbili, la Gazzetta de Grecia entrevistó a Nikos Pitsilkas, actual encargado de los árbitros en la VTB y uno de los jueces en la recordada final entre Argentina y Yugoslavia en Indianapolis 2002. Pitsilkas habló sobre aquella definición, haciendo foco en la falta que le cobró a Luis Scola a falta de 5 segundos y que probablemente hubiera terminado con una bandeja ganadora del interno, quien se escapa hacia el aro contrario sin marca. Además, también rescató la figura de Manu.
"El juego durante 39 minutos y 56 segundos fue perfecto. Durante ese tiempo no hubo la menor protesta de nadie de los dos equipos. Fue una jugada muy difícil de distinguir desde donde estaba. Tuve que juzgar, tomar una decisión y en eso momento creí en lo que decidí. Honestamente lo creí. Nos sentamos en un seminario con 66 árbitros y la mitad dijo A y la mitad B. En ese momento no había repetición instantánea. Ese fue uno de mis mejores torneos y por eso estuve en la final, pero lamentablemente la última imagen permanece. Una jugada, un momento".
"Siempre cobré lo que veía, sin importar a quién estaba dirigiendo. Incluso los mejores árbitros en los tutoriales que hacemos, viendo el video en cámara lenta, a menudo debaten si es falta o no. Es especialmente difícil estando solo y teniendo que tomar una decisión. Ves un movimiento, un contacto y si creés que es falta, lo cobrás".
"Me entristece que algunas personas crean en mi mala fe. No niego mi responsabilidad, pero me parece injusto juzgarme por un mal momento. Yo estaba convencido que había sido falta de Scola. Cuando al día siguiente vi el video, en dos repeticiones me parece falta y en dos no. Divac está de espaldas a mi, Scola levanta la mano sobre la pelota y Divac queda de espaldas durante una fracción de segundo".
"Ginobili fue uno de los profesionales más serios que he visto en el campo. Raramente se quejaba con los árbitros y cuando lo hacía, había una razón. En cualquier caso, nunca se excedió. Desde mi experiencia personal en los juegos que he dirigido y en los que he asistido, puedo decir que Manu no creaba problemas para los árbitros. Lo vamos a extrañar, porque jugadores como Ginóbili no salen a menudo".
"Más allá de las habilidades de baloncesto, lo que importa es la personalidad de cada uno y su comportamiento dentro y fuera de la cancha. Su caracter en general. Un jugador que daba todo sin menospreciar al que tenía atrás de él. Una inspiración y una leyenda".