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Liga Nacional

Peñarol de Mar del Plata, el equipo que lo cambió todo

18:08 04/01/2020 | Desde 2009 hasta 2012, los milrayitas ejercieron un dominio despótico en la Liga Nacional. Consiguieron tres campeonatos y nadie los pudo parar.

Gutierrez fue el líder del equipo (Foto: Prensa Peñarol)

Antes de Golden State, San Lorenzo y Real Madrid existió otro gigante que dominó una competencia por vastos años. No se dio en la NBA, ni en Euroliga, ni en España. Ocurrió acá, en Argentina, y era un conjunto que en el cuerpo vestía rayas, que contagiaba orgullo y que denotaba superioridad. Estaba dirigido por un grande, pero también jugaba con leyendas. Campazzo, Gutierrez, Mata, Hernández. Nombres propios que hoy resuenan, pero que en ese lugar se hicieron hombres. Tres campeonatos de manera consecutiva, alegrías a sus fanáticos y un lugar predilecto en la historia de la Liga Nacional.

Temporada 2009/10

Todo empezó en 2009, luego de renovar contrato con Sergio Hernández y conseguir la firma de una de las figuras de la Liga Nacional, Leonardo Gutierrez. También llegaron Sebastián Rodríguez, Martín Leiva y Raymundo Legaria, entre otros. El año comenzó siendo uno más, ya que quedaron a mitad de camino en el cuadrangular final de la Copa Argentina. Tras ello, los de Mar del Plata empezaron a engranar: terminaron la primera fase punteros, ganaron el Super 8 y levantaron cabeza para afrontar la segunda mitad de temporada.

Con Liga de las Américas de por medio (en la cual Peñarol se clasificó al Final Four invicto y finalmente terminó saliendo campeón) el equipo volvió a cosechar títulos domésticos. Primero fue la hora de la Copa Desafío, en donde se impuso ante Quimsa en el Islas Malvinas. Luego llegó el campeonato en la InterLigas ante Universo de Brasil y, finalmente, lo más lindo, la final de la Liga Nacional de Básquet. 

En la final esperaba Atenas, que no presentaría mucha oposición. La relevancia de Gutierrez, los puntos de Lamonte, el control de sus bases y la pizarra de Hernández serían suficientes. Peñarol se llevaría la serie un 25 de mayo de 2010, liquidando la cosa por un global de 4-1 que les permitió conseguir el quinto título de los milrayitas en la temporada. "La verdad fue un año brillante. Se dio todo, ganamos torneos nacionales e internacionales", reconoció el entrenador en ese entonces. 

Temporada 2010/11

Antes que nada, Peñarol se aseguró la continuidad de la base conformada por Mata, Leiva, Rodríguez, Reinick, Diez y Campazzo. Luego de una campaña con cinco títulos, colmar las expectativas propias, de la dirigencia y del público no sería nada fácil, especialmente en un club como ese, que vive por ver la naranja picar. A pesar de los campeonatos conseguidos, a los de Hernández les faltaba uno: la Copa Argentina. El 2010 no le sería esquivo y finalmente conseguirían el último trofeo pendiente tras ganar por diferencia de puntos el Cuadrangular Final del certamen. 

Aunque el 2010 arrancó bien para Peñarol, el 2011 sería irregular, con el equipo ofreciendo una pobre versión al ser eliminado de la Liga de las Américas y con un balance de cuatro victorias y cuatro derrotas en la Liga Nacional. Después, un nuevo contratiempo se dio en la InterLigas, adonde cayó con Obras y no pudo avanzar a la final del torneo. Cuando todo parecía perdido, el temple del equipo floreció y las adversidades los hicieron más fuertes para el momento más importante.

Sólo les quedaba la Liga Nacional y allí demostrarían la clase de conjunto que eran. Primero fue el turno de Regatas, que ofreció resistencia pero terminó cayendo en el quinto partido en Mar del Plata por 99-59, gracias a un espectacular juego colectivo coordinado por Tato Rodríguez. Tras ello, los de Hernández volvieron a sacar chapa de campeón y eliminar a Libertad en tres partidos para acceder nuevamente a la final de la Liga Nacional. 

Allí esperaba su némesis y rival de las últimas dos temporadas, Atenas de Córdoba. La serie otra vez fue autoritaria para los de Mar del Plata, quienes se colocaron 3-1 en el global para definir en el quinto juego en La Feliz. Allí, la química del equipo y el compañerismo resaltaron por sí solos y los milrayitas terminaron liquidando el partido por 89-83, consagrándose de nuevo campeones del torneo nacional y logrando el tercer trofeo doméstico en la historia del equipo marplatense. "No hay muchos bicampeones en la historia. Es algo mágico, ratificar un camino", analizó Rodríguez tras cumplir el objetivo después de una temporada que pareció que iba cuesta atrás, en donde todo parecía difícil y complicado. 

Temporada 2011/12

Tras darse de baja en la Liga de las Américas, Peñarol arrancaría la 2011/12 participando sólo en la Liga Nacional, dejando la incógnita de disputar el Super 8 y la InterLigas. Sergio Hernández renovó por dos años más, y Lamonte y Reinick también hicieron lo propio. También llegaría Pablo Barrios. Inmediatamente, los de Mar del Plata, acostumbrados a las adversidades, volverían a sufrir en el arranque. Gutierrez sería operado por una arritmia cardíaca y Rodríguez se retiraría del básquet profesional luego de padecer una afección cardíaca.

La primera sorpresa llegaría en el Super 8, ya que se incorporaba al equipo Andrés Nocioni, quien se encontraba en una pausa en la NBA a causa del cierre patronal que tuvo lugar en 2011. Con la baja de Rodríguez, Campazzo tomaría la base, la posta y la titularidad. En sus manos Peñarol mostró buen básquet y gracias a un esfuerzo colectivo los azules y celestes se coronaron campeones del torneo tras vencer a Libertad en la final.

Luego, el segundo título llegaría de la mano de la InterLigas, en donde derrotó a Pinheiros de Brasil por 88-75. Finalmente, los playoffs de la Liga Nacional golpearon su puerta y ellos no sólo los atendieron, sino que también les dejaron pasar y les sirvieron un café. Weber Bahía Estudiantes y Libertad fueron sus primeras víctimas, y luego llegó el turno de Obras Basket, el equipo que había terminado puntero en la fase regular. 

La final fue complicada. Todos sabían y conocían la calidad del conjunto rockero. A pesar del buen arranque (3-1 en el global), los de Obras consiguieron colocar la serie 3-2 y fueron a Mar del Plata con la ilusión de robar el partido para definir la situación en su estadio. Sin embargo, Peñarol estuvo con todas las luces esa noche y, tras comenzar perdiendo el primer tiempo, se sobrepuso y venció de manera aplastante (75-56), ganando su tercer campeonato consecutivo en la Liga Nacional. "Logramos algo histórico, nadie consiguió el tricampeonato", destacó Leiva en medio de los desaforados festejos. 

Una dinastía apabullante

Mar del Plata fue el teatro y el Polideportivo Islas Malvinas el escenario en donde todo ocurrió. Gutierrez, Campazzo, Rodríguez, Lamonte, Mata y Leiva, entre otros, fueron los intérpretes de un Sergio Hernández que dirigió al campeón de campeones. Supieron sobrellevar adversidades, contestaron con básquet y enseñaron que el grupo está por encima de todo, que nada ni nadie vale más que el conjunto y que los récords están para batirse. Peñarol alcanzó el cielo y un estado utópico. Fue el mejor de todos, el mejor de los mejores. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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