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La NBA acecha cada vez más a la emblemática NCAA. Lo hace a través de la G-League, su liga de desarrollo, en la que muchos jóvenes atletas rankeados para los próximos Draft han decidido jugar por una cuestión muy clara: a diferencia del básquet universitario, que aún se basa en el amateurismo, pagan salarios. La más reciente incorporación es Daishen Nix, prospecto que se proyecta entre los primeros picks de la ceremonia de 2021.

Lo más sorprendente es que Nix, base con ranking de cinco estrellas que jugaba en Trinity High School, rompió el compromiso que tenía con UCLA, una de las universidades más prestigiosas del programa deportivo de los Estados Unidos. De esta manera, se unirá a Jalen Green e Isaiah Todd, otros dos jóvenes promesas que siguieron el mismo camino.

La G-League tiene como objetivo crear un equipo en South California que esté desafiliado de cualquier franquicia y que sirva para reclutar a talentos que entrarán a las próximas ediciones del Draft. Allí jugarán Nix, Green y Tood, quienes según el periodista Shams Charania cobrarán un sueldo anual de aproximadamente 300 mil dólares.