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Antes de la explosión definitiva que llevó a Chicago Bulls a ganar seis campeonatos en ocho años, Michael Jordan debió sufrir a los Bad Boys de Detroit Pistons y su férrea defensa focalizada en frenar casi como sea su poderío anotador. Fueron eliminados tres veces consecutivas hasta que, en 1991, se vengaron y barrieron la serie. Al finalizar la eliminatoria, el plantel rival se fue sin saludar y fue duramente criticado por eso. Mientras Isiah Thomas asegura que se arrepiente de aquella acción, el co-capitán Bill Laimbeer cree que todos han sobrereaccionado

"Michael Jordan y sus Bulls eran unos llorones. Se quejaron y lloraron durante mucho tiempo sobre lo malos que éramos. Y, lo que es peor, dijeron que somos malas personas. Y eso no es cierto. Simplemente fuimos jugadores de básquet que intentaban ganar. Eso realmente me molesta", declaró el exjugador de los Pistons en el programa The Jump de ESPN. Además, agregó que no se arrepentía de nada y que no le importaba lo que dijeran los medios de comunicación.

Laimbeer cerró con una apreciación personal sobre lo que sucedió en esa llave de playoffs ante los Bulls y todo lo que se generó alrededor de la omisión del saludo final: "No saben quiénes somos realmente o cómo somos como personas o en nuestra vida familiar. ¿Y todo por qué? ¿Por no darles la mano? Eran unos llorones. Ganaron aquella serie y les doy el crédito que merecen. Nosotros nos hacíamos viejos y ellos nos ganaron. Sigamos adelante."