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Lamar Odom atravesó su última etapa en la NBA con una profunda depresión a cuestas. Su salida de Los Angeles para ir a los Dallas Mavericks posiblemente fue el punto de inicio, según el mismo había contado en The Vertical: "Aquel traspaso de los Lakers acabó con mi carrera y mi propósito. Nunca volví a ser el mismo. Estar en Los Angeles, la estructura de la franquicia, la gente que conocí. Dolió dejarlo". 

Luego jugó en los Clippers, tuvo un paso fugaz por Baskonia y por último formó parte de los Knicks. Pero nunca volvió a ser el mismo, la cocaína había empezado a jugar su papel. "Cuando tenía 32 o 33 años, solo quería drogarme todo el tiempo. Eso era todo. Y la situación se puso sumamente oscura.En ese punto de mi vida tomaba cocaína todos los días. En realidad, en cada segundo libre que tenía, tomaba. No lo podía controlar y no quería controlarlo", explicó en The Players Tribune el jugador que alguna vez llegó a ser el mejor Sexto Hombre de la NBA.

Esa rutina terminó por explotar su cuerpo en octubre de 2015. Fue encontrado inconsiente en un prostíbulo de Pahrump, con un líquido viscoso saliendo por la boca y la nariz. Posteriormente se pudo saber que Odom había llevado a cabo una racha de varias días drogándose en exceso, no solamente con cocaína, sino que además sumó una hierba que tiene un efecto similar al del viagra. Ese cóctel lo ubicó al borde de la muerte.

En los últimos días confesó las dificultades que tuvo atravesar mientras estuvo en coma. Lamar Odom se abrió en una entrevista con Kevin Hart y revivió su infierno personal: "Todos los médicos que me examinan me dicen que soy un milagro andante. Sufrí seis ataques al corazón cuanto estuve en coma. Es bueno estar vivo ahora mismo, teniendo en cuenta la alternativa. La ansiedad siempre fue realmente mala para mí, y eso que me ganaba la vida jugando delante de 20.000 personas". Actualmente tiene 38 años y se está entrenando para volver a la práctica profesional, que según él mismo contó en su Instagram, será en la Liga CBA de China.