Obras y Peñarol buscan el match point en el Sur
09:16 06/06/2015 | Siguen las semifinales y el Tachero volverá a ser local ante Quilmes; mientras que el campeón tratará de dar un nuevo golpe ante Gimnasia y en Comodoro.
Bruno Fitipaldo (Obras), Maxi Maciel (Quilmes), Federico Aguerre (Gimnasia) y Leo Gutiérrez (Peñarol).
SEMIFINALES – CONFERECIA SUR
- OBRAS (1) – QUILMES (0)
. Juego 1: Obras 91-Quilmes 78 (1-0)
- Obras (CABA) – Quilmes (Mar del Plata)
. Horario: 20.30. TV: LNB Contenidos.
. Árbitros: Fabricio Vito, Leonardo Zalazar y Julio Dinamarca.
. Estadio: Obras Sanitarias.
. Historial: Quilmes 27-25. Fase Regular 2014/15: Obras 74-62 y 89-68 (en Obras); y 82-75 (en Mar del Plata). Quilmes 84-72 (en Mar del Plata).
La jornada del sábado se pondrá en marcha con el segundo encuentro entre Obras, el Nº 1 de la Conferencia Sur, y Quilmes, nuevamente en Núñez, donde el Tachero se quedó con la victoria en el juego 1.
Ese primer capítulo tuvo un desarrollo bastante raro y cambiante. Quilmes tomó la ventaja en el comienzo y le hizo pagar a los de Lamas la inactividad de más de una semana después de la barrida en cuartos contra Ciclista. El local logró acomodarse con un par de ráfagas individuales, luego volvió a quedar abajo al final el tercer cuarto, pero terminó borrando de la cancha a los de Mar del Plata en el último.
Sí, borrando, porque el Tachero transformó la desventaja de cuatro puntos (62-58) con la que terminó el tercer periodo en una trámite muy a su favor. Se acomodó con un parcial de 15-0 y ya no miró atrás (cerró el período con un aplastante 33-16). La clave, el triple, uno de sus termómetros. En el primer tiempo, Obras abolló el aro a distancia (2-11). Pero en el segundo, castigó de manera criminal (10-12). Cinco de ellos fueron en el último cuarto e inclinaron la balanza para su lado.
Otra situación que quedó bien clara es que el poder de fuego individual de Obras es de lo mejor de la Liga. Cuando hay dificultades de funcionamiento, el Tachero puede salir adelante por la inspiración personal de varias de sus piezas. Esta vez les tocó a Safar (16), Aguiar (16) y Zanzottera, quien clavó 14 de sus 20 tantos en el último cuarto. También fue muy valiosa la conducción de Fitipaldo, con 13 y 4 asistencias.
Además, claro, fue determinante el trabajo defensivo de Obras, fundamentalmente sobre Walter Baxley, el ancho de espadas de Quilmes. El escolta estadounidense promediaba 20.9 puntos en la temporada, pero el Tachero lo dejó en 10, con apenas 2-6 de campo (tiene una media de casi 15 intentos de cancha), más cuatro pérdidas en sólo 19m32s de acción (promedia más de 32). Fue tan floja su noche que Ramella optó por otras variantes para el cierre.
Pero lo cierto es que el Cervecero necesita recuperar la mejor versión de su estrella si quiere tener alguna chance de robarse la localía para regresar contento a casa. Vildoza (20 puntos) fue el más importante y hubo algo de Cequeira (16), pero lejos están de ser tan determinantes como Baxley, quien generalmente es la primera y segunda opción ofensiva del equipo. Por eso, cuando falla el plan principal, a Quilmes se la hace difícil.
De todas maneras y al margen de lo ofensivo, donde el conjunto de Ramella tampoco encontró el tiro a distancia (4-20), será vital la defensa, aspecto que viene siendo un completo dolor de cabeza. En sus últimas 11 salidas, de las cuales 10 terminaron en derrota, los de Mar del Plata permitieron una media de 93 puntos. En esa cifra y ante un rival como Obras, ganar es una misión prácticamente imposible.
Hay que recordar que, en cuanto al tema físico, Obras sigue completo y con una rotación larga y de calidad; mientras que Quilmes es todo lo contrario: Marín volverá a ausentarse por el desgarro en el cuádriceps derecho, al tiempo que Maciel seguirá jugando pese a tener una fractura (que requiere operación) en un dedo de su mano izquierda.
- GIMNASIA (0) – PEÑAROL (1)
. Juego 1: Gimnasia 73-Peñarol 79 (0-1)
- Gimnasia (Comodoro Rivadavia) – Peñarol (Mar del Plata)
. Horario: 21.30. TV: LNB Contenidos.
. Árbitros: Pablo Estévez, Leonardo Mendoza y Fabio Alaniz.
. Estadio: Socios Fundadores.
. Historial: Peñarol 54-45. Fase Regular 2014/15: Peñarol 86-77 (en Comodoro) y 81-61 (en Mar del Plata). Gimnasia 74-68 (en Mar del Plata) y 80-73 (en Comodoro).
El comienzo de la otra semifinal dejó en claro algo: el campeón siempre está. Peñarol dio una muestra de su oficio y experiencia y se robó la localía de Gimnasia ganando en el bravo Socios Fundadores (79-73). Esta noche será el segundo capítulo, con varias cuestiones para atender que se sumarán como condimentos.
Las novedades, lamentablemente, pasan por los problemas físicos en ambos equipos. Gimnasia perdió un jugador valioso en la rotación como Pablo Orlietti. El interno reserva se resintió de un viejo desgarro en el gemelo izquierdo que le había dado dolores de cabeza en el cierre de la fase regular, no podrá jugar esta noche y está muy complicado para los siguientes partidos en Mar del Plata.
Y por el lado de Peñarol, la cuestión viene más áspera. Es que Franco Giorgetti, quien se había adueñado de la titularidad y venía dando buenas respuestas en los dos costados de la cancha, sufrió una luxación en el hombro izquierdo que le produjo una lesión de Bankart. Ante esto, dos cuestiones. Primero, no está descartado para lo que resta de la serie y los playoffs. Si bien es casi un hecho que esta noche no estará, para los próximos encuentros podría decir presente jugando con una ortesis, una especie de férula que le limita la movilidad en la zona. Y segundo, cuando termine la temporada deberá ser operado. Una lástima, porque será su tercera intervención quirúrgica en la zona (en 2014 se operó el hombro izquierdo, y en el 2013 el derecho). La recuperación le demandará entre 4 y 6 meses y no le permitirá estar en el proceso de Selección Argentina (había sido convocado para los Panamericanos).
Lo concreto es que, como le pasó durante todo el año, el Milrayitas estará limitado por las lesiones. Para esta noche, de hecho, no tendrá aleros naturales en el equipo, ya que Adrián Boccia seguirá afuera por el desgarro que le hizo perderse los últimos cinco encuentros. Ante esto, claro, Fernando Rivero tendrá que improvisar. Seguramente habrá muchos pasajes de doble base con Osimani y Sahdi, Massarelli tendrá algunos minutos más e incluso Alejandro Diez podría dibujarse de alero por su versatilidad.
Al margen del golpe por lo de Giorgetti, Peñarol llega con confianza, ya que después de una serie muy incómoda contra Bahía Basket, al fin pudo dominar las acciones y encontrar respuestas colectivas, algo que venía faltando. Y todo con el agregado de hacerlo ante uno de los mejores equipos de la competencia.
Lo más destacado, quizá, fue la concentración defensiva a lo largo de todo el encuentro, sobre todo controlando el peligroso perímetro de los de la Patagonia. Scala, De Los Santos y Schattmann habían promediado 40.8 puntos en la serie contra Boca, pero en el juego 1 ante los de Mar del Plata se combinaron para sólo 25, con 9-37 de cancha (24.3%). Y el triple, arma principal de Gimnasia, tampoco hizo daño (6-26).
Ofensivamente, el campeón se mostró bastante más estable y seguro que la versión que venía exhibiendo. Perdió apenas siete pelotas, encontró el tiro a distancia (10-25) y tuvo un jugador que rompió el molde de la noche. Sí, Osimani, cada vez más dueño del equipo. El uruguayo clavó 32 puntos (6-12 dobles, 5-7 triples, 5-6 libres) y manejó el ritmo de las acciones en todo momento. Gutiérrez (12), Massarelli (11) y Leiva (11) lo siguieron en cuanto a anotación, pero quizá resultaron más valiosos los 5 puntos que aportó Sahdi en el último minuto, claves para sellar una merecida victoria.
Por el lado de Gimnasia, que perdió apenas el quinto partido de toda la temporada en su territorio, ya marcamos uno de los principales déficits del primer juego, el bajo nivel de su perímetro. Clancy fue el más destacado (22 y 12 rebotes), aunque le faltó compañía. Incluso Aguerre estuvo por debajo de su nivel habitual (9 tantos, 3-9 campo). Está claro que el equipo de Gonzalo García necesita que aparezcan sus perimetrales, quienes además deberán ajustar la defensa sobre Osimani.
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