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Cuando repetimos que la Liga Nacional tiene un andar lógico, se debe justamente a este tipo de realidades: los mejores dos equipos de la temporada regular jugarán la final del torneo, cada uno con sus virtudes y con cualidades lógicas de conjuntos desarrollados. Organizaciones que han sostenido una columna vertebral en el tiempo, con jugadores con paso y presente en selección Argentina, equipos largos con suplentes que podrían ser titulares en cualquier otro plantel de Liga, extranjeros destacados que garantizan el nivel noche a noche y entrenadores sumamente capacitados. 

Ambos finalistas poseen una basta experiencia sobre sus hombros de partidos decisivos, de playoffs e inclusive de torneos ganados. San Lorenzo es el actual campeón del continente y buscará retener la corona en tanto que San Martín ganó en esta temporada el Súper 20 y va por su primer título de Liga.

Estilos y esencias

San Lorenzo

El equipo de Gonzalo García es letal en los momentos que incrementa su intensidad defensiva y puede correr a cancha abierta, con varios jugadores que impulsan el contraataque y con interiores dinámicos. En este rubro es el número uno de la Liga con 16 puntos de ataque rápido. 

En el 5 v s5 poseen variados recursos y no dependen exclusivamente de uno o dos jugadores. 

El pick and roll entre Aguirre y Justiz Ferrer es un pilar de su ofensiva estacionada, como también lo son las acciones donde Tucker puede tener aclarados y generar desde allí. Deck es un polifuncional y eso San Lorenzo lo disfruta enormemente, ya que puede generar desde contraataque, explotar el 1 vs 1 de frente, ir al poste bajo con facilidad, jugar acciones de pick and roll y además tiene la personalidad para tomar los tiros difíciles que el juego le brinda.

La segunda unidad tiene muchas cualidades. Un especialista de cortinas indirectas como Safar, que genera y tiene oficio para poner a cualquier defensa en problemas. Vildoza, con un rol especifico, tiene el talento ofensivo que se necesita en este tipo de circunstancias: aptitud en el 1 vs 1, personalidad y puede ser un revulsivo excelente o también respetar el libreto del 5 vs 5. Calfani y Anthony son de los mejores atletas en sus puestos y le dan al equipo un tono defensivo y versatilidad que puede torcer momentos en los juegos. Anthony mucho más aplomado en el rol que tuvo siempre tanto en NBA como en la selección de Canadá, sus destrezas defensivas brindan solidez y soluciones. 

Marcos Mata es el equilibrio del equipo, sabe encontrar la utilidad para conseguir el objetivo. Si tiene que defender 40 minutos y no tomar un tiro lo hará y si tiene que tomar 15 lanzamientos para ganar también sabe cómo hacerlo.

El costado mental de San Lorenzo es imponente. Ganar consecutivamente es un privilegio de pocos y para conseguirlo es determinante tener fortaleza mental y jugadores que puedan absorber la presión y transformala en motivación. En ello el conjunto de Boedo es experto.

San Martín

Sebastián González ha podido desarrollar un equipo que puede encontrar resultados positivos en base a distintas aristas: contraataque, juego interior y bloqueos indirectos.

Faggiano, García y Aguerre son una alarma permanente de cualquier transición defensiva y siendo uno de los equipos líderes en robos de balón (7,5 por partido) saben cómo capitalizarlos con bueno definidores. Garcia es donde más cómodo se siente como así también Mainoldi/Aguerre abriendo espacios.

En la pintura tienen dos jugadores sumamente desequilibrantes en Wood y Keenan. Wood el más profundo y con gran capacidad para alimentar los cortes ante las ayudas defensivas. Su relevo, Keenan, mucho más versátil porque juega las dos posiciones, la 4 y la 5, y es un permanente peligro generando faltas al rival. En este rubro es el líder de la competencia provocando 6,3 foules por juego y su 77% en libres le permite disfrutar ese apartado.

Una fortaleza marcada es la segunda unidad del equipo de Corrientes. Es uno de los planteles que más puntos realiza desde el banco con 27, conducidos por Treise, Lescano y Keenan.

Otra buena arma de San Martin es su defensa alternativa, la zona 3-2 con Lescano como guía. La misma les permite cambiar los ritmos y obligar a lecturas ofensivas.

La inclusión o no del jugador de la selección Argentina Leo Mainoldi es un punto fundamental, ya que es una herramienta decisiva, tanto por su tiro de 3 puntos como también por el orden táctico que implica su presencia. Su remplazo, Hicks, es un polifuncional que alterna posiciones con Aguerre y les da una cuota de oficio y mentalidad ganadora.

Sin dudas será una final apasionante, ¡a disfrutarla!

Nicolás Casalanguida, especial para Básquet Plus