Basquetplus.com

Entre tantas preguntas que genera una nueva Copa del Mundo en los fanáticos del básquetbol, una puede ser ¿cuánto influye la localía en el resultado final de esa selección? Si solamente se tiene en cuenta al campeón, se dirá que poco, ya que solamente hubo 3 selecciones campeonas ante su público –Argentina en 1950, Brasil en 1963 y Yugoslavia en 1970–. Pero hay más para temer en cuenta.

En los albores de los Mundiales, cuando se jugaron en esta parte del mundo, la localía sí fue un factor determinante. En las primeras 4 copas, el dueño de casa siempre alcanzó el podio: Argentina y Brasil campeones, en el 50’ y el 63’ respectivamente, los brasileños 2° en el 54’ y Chile 3° en el 59’. Aunque esta tendencia se rompió en 1967 cuando Uruguay culminó en la 7° posición.

En el primer contacto de Europa con la competición, la alegría máxima también fue para el organizador. En esta oportunidad, para Yugoslavia en 1970. Pero luego comenzó un período en donde pareció dejar de influir. En 1974, Puerto Rico finalizó en la 7° posición; 4 años después, Filipinas terminó 8°; y en el 82’, Colombia alcanzó el 7° lugar de la clasificación. Estos dos últimos equipos, ni siquiera pudieron ganar un juego en todo el torneo.

Nuevamente en el Viejo Continente, España tuvo un buen rendimiento como local. Llegó al 5° puesto con un récord de 8 triunfos y 2 derrotas. En el 90’, Argentina organizó la Copa del Mundo y finalizó 8°. Cuando Canadá recibió a la competencia en 1994, tampoco pudo destacarse y fue 7°. Para cerrar el siglo XX, Grecia arañó el podio y terminó 4° en 1998.

Indianápolis fue el escenario de uno de los fracasos más resonantes para los Estados Unidos, que en su casa perdió con Yugoslavia en cuartos de final y culminó en el 6° escalón. En el 2006, cuando un país como Japón –a priori inferior a otras selecciones– organizó la Copa no pudo llegar lejos y se conformó con el 17° lugar. Turquía protagonizó la última gran alegría de un local, cuando en 2010 fue subcampeón al caer contra Estados Unidos en la final.

La última edición volvió a ser en España, en donde los ibéricos finalizaron 6°. Con un público amante del básquetbol detrás de ellos, pudieron ganar 6 partidos, pero desafortunadamente para ellos, su única derrota fue en cuartos de final ante Francia, lo que los alejó de los puestos de rriba.

Al repasar Mundial por Mundial, la conclusión es que albergar el torneo no es sinónimo de éxito; mucho menos en la modernidad, ya que el último local campeón fue hace 49 años. Sin embargo, al bajar la vara, aparecen subcampeonatos, podios y buenas actuaciones. ¿Hasta donde avanzará China en su Copa del Mundo?

Por Iván G. Furman / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @ivfurman