Morón y su proyecto de identidad: "Queremos jugar"
16:36 09/06/2016 | Conocemos la intimidad de uno de los proyectos interesantes que tiene el básquet argentino, a través de Morón.
El éxito del proyecto de Weber Bahía Basket, afortunadamente, ha despertado el interés de varios otros clubes, que con distintos matices, intentan seguir un camino similar al de los bahienses. Uno de esos equipos es Morón, que mediante la creación del proyecto "Queremos jugar, los pibes del club", está mirando mucho más allá de lo que es el cinco contra cinco adentro de la cancha.
"El proyecto surge a partir de la idea de continuar algo, que se había empezado a gestar con la participación de Maxi Stanic en los Prefederales anteriores", nos cuenta Jorge Plez, uno de los dos responsables máximos del proyecto. "Él tenía un proyecto de hacer un equipo de la ciudad, con algunos tintes de profesionalismo. Y eso nos hizo crecer en cuanto a la mirada que le damos a la competencia. Este año, con Maxi jugando la Liga, tomamos la posta con un camino un poquito diferente, pero con la continuidad de esa competencia".
"Al no estar Maxi y caerse un poco esa idea de unir algunos clubes de la ciudad, nos dimos cuenta que teníamos que crear una identidad propia. Ahí surgió la idea del programa "Queremos jugar, los pibes del club". El proyecto se focalizó en participar del Prefederal con un semillero de jugadores formados en el club. Nuestra participación tiene que ver con eso: el fogueo de los chicos de las formativas", cuenta Plez, quien también es el primer asistente técnico del equipo.
Morón tuvo algunas experiencias no del todo positivas contratando jugadores y por eso, la idea de apostar por un plantel plenamente propio, fue tomando color. "El plantel es absolutamente de Morón. Hay un sólo jugador que fichamos que es Facundo Pontillo, que es nacido en Ramos y viene de la Universidad de La Matanza. Después el resto son todos formados en el club y menores de 23 años, salvo Benjamín Pereyra y Martín Perzi, que son mayores", agrega Plez.
Está claro que el espejo de Bahía Basket es tentador y desde Morón, reconocen al mismo como el camino a seguir. "El proyecto de Bahía lo conocemos y con este programa nos identificamos mucho. Está a la vista de todos lo que están haciendo, incluso cambiando el modelo de gestión. Obviamente que nuestra mirada está puesta ahí y ojalá en un futuro muy cercano, podamos tener un vínculo más intenso. Nos gustaría mucho formar parte del proyecto de Bahía en algún sentido. Generar alguna red como para poder enriquecer este proyecto".
La idea del "Queremos jugar" es la de generar una transición hacia el profesionalismo. Sin embargo, la misma va más allá de los jugadores, sino como una enseñanza para el propio club, de cara a sus objetivos futuros. Por eso, desde sus conductores, buscan transitar la competencia en un ambiente con el mayor profesionalismo posible.
"Para nosotros el "Queremos jugar" es un programa de transición al profesionalismo. No sólo por ir abriendo caminos a los jugadores de la cantera, sino para que nosotros como club, vivamos durante la competencia, un programa lo más profesional posible. Y para eso nosotros convertimos el partido en un evento. El equipo viene a merendar, hacemos una concentración, una presentación de equipo, tenemos una empresa de combis que nos traslada, hacemos algún baile de las chicas del club... tratamos de darle un marco distinto al día del partido".
"La idea como te decía, es que no sólo sea una transición para los jugadores, sino para todos los que formamos parte del programa y que el club lo viva así. De hecho ahora estamos trabajando con un médico deportólogo, una psicóloga deportiva... cosas que hacen que el entorno sea más profesional y que lo podamos vivir así", cierra Plez.
De a poco, van surgiendo ideas interesantes para revalorizar el básquet en nuestro país, con factores no siempre relacionados al éxito puro desde lo deportivo. Tanto Morón como Bahía han entendido que el deporte va mucho más allá de lo que ocurra durante 40 minutos en el campo de juego y con distintas ideas y recursos, están marcando una forma distinta y novedosa de gestión.