Maxi Stanic: “Juego el Prefederal por amor al club”
21:02 09/06/2014 | Histórico club de la zona Oeste, el Club Morón es donde Maximiliano Stanic se formó como jugador profesional y como persona. El base nos lleva de recorrido por allí.
MMNo es un caso común. Maximiliano Stanic nació y se crió en Hurlingham, pero desde los 9 años eligió su lugar de desarrollo: el club Morón. ¿Cuál es la particularidad? Su relación con la entidad, ya que, pese a que profesionalmente sigue jugando (ahora está en el Palmeiras de Brasil), se ofreció para competir con Morón en el torneo Prefederal de la zona metropolitana, para darle una mano en esta importante instancia.
- No hay que confundir el Club Morón con el Deportivo Morón.
. No, este es el Club Morón, el mismo que jugó la primera Liga Nacional en 1985, con el Vasco Aispurúa como figura. Con la venta del Vasco, después, se hizo este estadio que está enfrente.
-¿Cuándo empezaste a venir acá?
. En 1988. Todavía no tenía 10 años. Yo vivía en Hurlingham, pero en mi club se disolvió el básquet y, a través de un amigo, me vine acá. Yo le debo todo a este club.
Punto aparte. Entramos al club y, de entrada, se nota algo distinto. La gente que maneja Morón en la actualidad, con la ayuda de Weber, lo dio vuelta. Literalmente. Las instalaciones están prolijas, cuidadas, con buen gusto. Todo está en orden, desde los carteles que señalizan cada sector (con el correspondiente logo del club), pasando por un bar bien puesto y todas las áreas. Un lujo a imitar por clubes de este tamaño e importancia zonal. Seguimos con Maxi.
-¿Está muy distinto a cuando llegaste por primera vez?
. La cancha está distinta. El piso es nuevo, los aros los cambiaron y modificaron las tribunas. Arreglaron las ventanas. Yo vine hace unos diez años y el club estaba bastante caído, pero desde que lo tomó la gente nueva, que es muy cercana al básquet, remontó muchísimo. Hoy tiene instalaciones muy buenas para lo que es un club de barrio. El club pasa por un muy buen momento, con Sergio Scollo, los hermanos Mariano y Juan Pablo Bo. Juan Pablo, de hecho, va a ser el próximo presidente del club. Son empresarios, gente exitosa en sus trabajos, pero que aman este club. Eso ha ayudado a levantar al club en todas sus disciplinas. Mejoró mucho todo.
-¿Vos dejaste de venir cuando estabas en Europa?
. Vine muy poco. El año pasado, cuando termino en Obras, vine y empecé a entrenar con las inferiores, y cuando me enteré que iban a jugar el Prefederal les dije que contaran conmigo, para jugar o lo que fuera. A partir de ahí me acerqué más al club y creo que fue el momento que me ayudó a reencontrar las ganas de seguir jugando. Volver a vivir el amateurismo.
La recorrida empieza por la entrada principal. “Acá estaba la pileta, pero descubierta. Ahora la concesionaron y la verdad es que es de primer nivel, como el gimnasio. La pileta, cuando éramos chicos, era el lugar al que íbamos cuando terminábamos de entrenar. Yo venía temprano a la tarde porque estaba en infantiles, pero me quedaba hasta la noche, porque también jugaba en primera. Debuté a los 13 años en primera. Estaba todo el día acá. Y si no era en la pileta, nos íbamos enfrente que estaba el voley femenino, a hacernos un poco los gatos”.
- Ventaja de un club que tiene deportes para chicas también.
. Sí. Este club siempre se caracterizó por tener mucha actividad social. Los fines de semana hay mucha gente en el bufete, jugando al buraco, siendo parte del club.
-¿Hiciste muchos amigos acá?
. Sí, muchos. Y ahora los vuelvo a ver, porque vinieron para verme jugar. Nos quedamos a comer después de los partidos. Es muy emotivo todo. Ojalá muchos jugadores tomen la decisión de jugar para sus clubes de origen un torneo como este. Yo lo hago por amor al club. Son decisiones. Y si no nos clasificamos esta vez y el año que viene vuelve a jugarlo, yo voy a estar otra vez, porque mi ilusión es lograr que Morón ascienda al Federal, empiece a crecer y se haga un lugar en el básquetbol argentino.
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