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Al parecer, las duras palabras que tuvo Popovich para referirse al esfuerzo de los Spurs en su última presentación ante los Nets (derrota en suplementario) pegaron fuerte en el orgullo del equipo, que este viernes jugó uno de los mejores partidos de la temporada, para derrotar al enrachado Memphis por 107 a 101 como visitantes.

Desde el primer cuarto se vio una actitud apabullante de San Antonio, que salió a jugar muy metido y agresivo en el costado defensivo. Los Grizzlies no encontraban espacios por ningún lado y una de sus armas principales, Zach Randolph, era muy bien tomado por los internos texanos.

En el otro costado, Kawhi Leonard marcó las primeras diferencias, pero el marcador terminó de romperse definitivamente, con el ingreso de Emanuel Ginóbili, quien con un par de triples en igual cantidad de intentos, dejó el marcador 25 a 14 transcurridos los primeros doce minutos.

La defensa del campeón defensor de la NBA bajó su intensidad en el segundo período y con buenos ingresos desde el banco de Tayshaun Prince y Beno Udrih, Memphis comenzó a anotarse más seguido en el marcador.

Igualmente, los Spurs no cedieron terreno y comenzaron a encontrar muy buena eficacia con el tiro de tres puntos, sobre todo, de la mano de Danny Green. Además, Tony Parker, el blanco principal de las críticas de Popovich algunas horas atrás, se encendió, sumó 10 puntos y de esa forma, la visita entró al descanso largo arriba por 58 a 46.

Luego de un cuarto explosivo desde el goleo, el inicio del segundo tiempo fue algo más clásico para los partidos entre estos dos equipos, con un ritmo más lento y mayor lucha física. Más allá de buenos tramos de Tim Duncan y Marc Gasol, las ofensivas comenzaron a secarse y todo se hizo más peleado.

San Antonio sacó provecho de esta situación, ya que más allá de no encontrar con buenos porcentajes el aro, tampoco dejó que su rival recortar la brecha y pudo entrar a los doce minutos decisivos adelante por 78 a 68.

Los Grizzlies se acercaron a siete en los primeros instantes del último período, pero los Spurs contestaron rápidamente, primero con un triple de Corey Joseph, y luego con un par de Manu Ginóbili (5-5 en triples), que con esas conversiones claves, dejó a su equipo con ventaja de 14 unidades.

Memphis se acercó en el cierre pero ya era muy poco y muy tarde, y los visitantes se terminaron llevando la victoria por 107 a 101, para dejar atrás rápidamente las malas sensaciones de su última presentación (o presentación y media, si contamos el cierre con Philadelphia).

Manu Ginóbili acabó como goleador de su equipo con 17 puntos, seguido por los 16 de Danny Green y los 14 de Tony Parker y Tim Duncan. Lo del eterno pivote de Spurs es para remarcar: además de sus 14 puntos, aportó 10 rebotes y 10 asistencias, consiguiendo el cuarto triple-doble de su carrera (primero desde el 30 de noviembre del 2010) y transformándose además, con sus 38 años, en el segundo jugador de mayor edad en conseguir ese logro (sólo lo supera Malone con 40 años).

Por el lado de los Grizzlies, no alcanzaron los 28 puntos y 12 rebotes de Marc Gasol, como tampoco los 23 de Mike Conley ni los 20 que trajo desde el banco Tayshaun Prince. Zach Randolph, por su parte, fue muy bien contenido por la marca de San Antonio, terminando con 10 puntos y 4 de 11 de cancha.

Manu Ginóbili: 17 puntos, 7 asistencias, 6 rebotes, 2 robos, 1 tapa, 3 pérdidas, 3 faltas cometidas, 0-5 en dobles, 5-5 en triples y 2-4 en tiros libres durante 28 minutos de juego.