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Rubén Magnano es un personaje con el que se pueden tocar una infinidad de temas. Desde su pasado glorioso, a su presente como también a su futuro, con Río 2016 a la vuelta de la esquina.

Por eso, no sorprende lo interesante que fue su entrevista en el programa Live Basketball, con el periodista Adrián Ambasch, la cual a continuación compartimos.

- ¿Cómo estás viviendo la antesala de un año donde vas a tener el gran desafío de los Juegos Olímpicos?

. De momento me estoy oxigenando, ese sería el término. Hay que haerlo para encarar esta temporada que tiene un sentido extremadamente importante para todos, tanto para la Confederación, para el Comité Olímpico brasileño, para los jugadores, entrenador... para todos, porque jugar un juego olímpico en casa de uno es extremadamente especial, aparte es muy significativo. Hoy oxigenándome para volver a Brasil ya con toda la fuerza para encarar nuestro plan de acción en los meses que quedan.

- ¿Y cómo son las ovaciones? Porque el otro día te escapaste a ver Instituto-Atenas en el Angel Sandrín y de repente el presentador te anuncia y toda la gente te ovacionó. ¿Cómo recibís esas muestras de cariño?

. Creo que lo mejor que le puede pasar a una persona que está envuelta en el deporte es la gratitud, el reconocimiento, estimo que supera el valor de una medalla. La gratitud de la gente es algo que no tiene precio. Felizmente ya me tocó vivirlo. La gente no es floja de memoria, tanto con Atenas como con la selección argentina se lograron cosas muy significativas, entonces la gente recuerda eso y para mí es una gran ducha de autoestima, me siento muy confortable pero tranquilo.

- La máxima fue en Mar del Plata, cuando viniste con la selección brasileña al Preolímpico, ¿no?

. Sí, fue casi impensado eso porque no fue una cosa armada, fue algo natural que comenzó con dos o tres y terminó con todo el estadio. Eso me emocionó muchísimo, con mi retina a esa situación la pongo en la vitrina de mis mejores conquistas.

- ¿Y estas cosas te hicieron ablandar un poco? Porque sabés que el comentario es que tenés formas duras para entrenar.

. Es algo que me sorprende. Uno hace sus autocríticas, se mira al espejo todos los días, hace sus evaluaciones e indudablemente trata de mejorar a diario lo que hace, desde un entrenamiento hasta la relación con dirigentes, jugadores, público, periodistas y demás, uno trata de mejorar. Pero yo haría exactamente lo mismo que hice desde el primer día. Bernardinho, múltiple campeón de voleibol de la selección de Brasil, tomó una frase de un autor que yo digo siempre porque es la verdad y no hay forma de escapar de esto. Decía que el éxito, en el único lugar que está antes del trabajo es en el diccionario. Solamente en el diccionario vas a encontrar éxito antes que trabajo, después todo lo otro si no trabajás ni entrenás duro no vas a ganar o vas a tener al alcance de tu mano la posibilidad de ganar. Esa ecuación yo la sigo manteniendo, trato de mejorarla y creo que como entrenador es lo que me permitió, aparte de excelentísimos jugadores, siempre estar ahí en la lucha por algo.

- Tuviste la chance de agarrar muy jóvenes a tipos como Scola o Nocioni, los disfrutaste e hiciste muchas cosas con ellos, ¿Pero te generó algo ver a jóvenes como Campazzo, Garino, Deck y demás en este último Preolímpico?

. Indudablemente vi jugar a Argentina, los vengo viendo y aparte hemos jugado dos o tres partidos amistosos. Lo primero, que lo manifesté públicamente, es que había que dejar de hablar de la Generación Dorada, hay que focalizar más a lo que están haciendo estos jóvenes apuntalados por dos o tres grandes referentes como son Nocioni, Scola y quien más sea. Hay que empezar a hablar más de esos jóvenes. La estructura misma del básquetbol argentino, con todos los problemas que se tienen, da para pensar y soñar que Argentina siga siendo competitiva. Es cierto que hay un montón de variables que se tienen que dar para que estos chicos sigan evolucionando, no sé si ellos van a poder hacer eso o que la Confederación le dé esa posibilidad, pero la materia prima está. Ahora hay que ver cómo se maneja esa materia prima, hay variables que son difíciles de determinar cuál es el futuro de cada uno. Estimo que muchos de ellos, como le pasó a Facundo, si tienen la posibilidad de inmigrar a ligas mucho más fuertes sin lugar a dudas su techo va a estar un poco más alto y van a crecer deportivamente. Es algo que le pasó a todos los chicos de la Generación Dorada, sin eso como selección argentina no hubiésemos conseguido todo lo que se consiguió. Hay materia prima para soñar y esperanzarse, a mí me causó grata sorpresa y hay jóvenes que he visto que están jugando a un nivel muy interesante.

- ¿Hay algo superador que te gustaría hacer o algún desafío más allá?

. Me gustaría y puede ser una posibilidad también, así la gente de Brasil continua creciendo, regentear la selección en cuanto a la parte técnica, sería muy estimulante empezar un trabajo con jóvenes. Se tienen que dar las condiciones de trabajo, quedarse por quedarse sin trabajo que hacer no me interesaría, pero si se dieran las condiciones sencillas de trabajo me gustaría conducir eso. Sería muy interesante para mí, porque nunca lo hice. Sería algo nuevo y desafiante.

- ¿Y dejar el día a día con la cancha y el entrenamiento?

. No, no le escapo a eso, pero si se tiene que dar eso no hay problema.

- Hablamos de jugadores y de las épocas de cada uno. Estuviste cerca de los mejores años de Milanesio, de Campana. ¿Qué hubiera pasado si hubieran nacido unos añitos más adelante?, ¿hubieran podido ser lo que fueron los Ginóbili, los Palladino, los Oberto?

. Sin lugar a dudas. Sostengo que el jugador argentino, en un largo período, está nutridos de muchísimo talento. Hay una estructura que viene de años, con diferentes competencias, que hicieron que nazcan jugadores de mucho talento. Marcelo, Pichi o Osella, si hubieran tenido la chance de jugar en Europa, sin lugar a dudas hubiesen tenido un despegue mucho mayor. Yo uso el término de techo competitivo. No sabemos si ellos podían haber dado un plus, yo creo que sí, desde el momento en que Obradovic lo invita a Milanesio a formar parte de la Benetton. Algún ojo tenía. Estoy convencido que podría haber dado un salto muy grande de calidad y potencialmente tendríamos este tipo de jugadores. No por nada Milanesio salió mejor asistente de un Mundial, Campana le ganó a Estados Unidos en España. Además eran ganadores. No dudo que podrían haber conseguido un plus.

- ¿Hay jugadores que hayas dicho, estos son los que mejor interpretaron mi filosofía?

. Cada jugador es un universo aparte, con capacidades, deficiencia, talento, esfuerzo. Nombrar un jugador sería egoísta. No me animaría a hablar de un jugador. Quizá sí de algún equipo. Algunos con más lucha interna en la comunicación, pero al final del camino campeonando. Como el primer Atenas. Era el primer año que dirigía y estaba un poco detrás del biombo. Comandando, pero muy atento a los talentos que había en el equipo. Conduciendo detrás del biombo, sabiendo que paso tenía que dar. Ese Atenas era muy interesante, por el hambre de gloria. Querían seguir campeonando. El equipo de Posaadas, Luz y Fuerza, también. Con todos los problemas que tuvimos. Pero era un equipo muy esforzado, con gente joven y otros experimentados, con los que logramos un ascenso. La selección Argentina que jugó el Mundial. El Atenas que me toca dirigir al regreso de España también. Tenía claridad pero cuando se le iba, yo les recordaba cuales eran los ítems que tenían que leer.

- Hay muchos jugadores de la selección que nos hablaron de una charla, que no se si recordarás. La charla con Estados Unidos del Mundial.

. Lo repasé por un programa que me gustó mucho. Me enteré cosas que no sabía. Mi obligación era tomar ese partido como un gran desafío. Como una gran oportunidad para crecer. Con Duró y Tolcachier preparamos el partido de la mejor manera posible. Intentamos hacerles creer que se podía ganar. Pasa que todo el ambiente era muy incrédulo. Había gente que me pedía que guarde jugadores, como ya perdiendo antes de jugar. No creo que haya sido una charla distinta, pero era distinta al rival.

- ¿Pero notabas que te miraban como diciendo, qué le pasa a este?

. No es tan así. Capaz que quieran ejemplificar su estado interior, pero tenían un buen comportamiento. Es nuestra obligación como entrenador. No se tiene que permitir pensar perder un DT, hay que agotar todo para ganar. De eso se trata. No fue diferente, pero sí el rival. Hacía más curiosa la charla.