Basquetplus.com

El famoso proceso de Sam Hinkie, que a grandes rasgos consistía en armar equipos de muy poca calidad para así conseguir picks importantes en los Drafts, parece haber entrado en su segunda fase: el comienzo del desarrollo de los jugadores seleccionados, quienes por fin se han sumado al equipo. ¿Lo llamativo? Lo harán sin Hinkie, despedido algunos meses atrás y cuyo lugar fue ocupado por los Colangelo (padre e hijo).

Toda la expectativa en Philadelphia está puesta en el juego de tres novatos de enorme talento: el australiano Ben Simmons (uno del Draft 2016), el camerunés Joel Embiid y el croata Dario Saric. Entre los tres prometen darle una inyección de calidad a un plantel donde la misma brillaba por su ausencia. ¿Los otros valores más importantes del equipo? Jahlil Okafor y Nerlens Noel.

El problema es que buena parte de sus figuras comparten posición y al menos Okafor y Noel no han dado muestras de ser compatibles. ¿Puede convivir Simmons, Noel, Saric, Embiid y Okafor al mismo tiempo? Parece muy poco factible y de hecho no debería sorprender a nadie si Noel u Okafor son traspasados en algún momento de la temporada, tal como se viene rumoreando hace tiempo.

Pero volvamos a los nuevos. Simmons llega a la NBA con comparaciones exageradas con LeBron James y Magic Johnson, pero más allá de eso, se trata de un verdadero distinto: casi no tiene tiro y no es un anotador, pero su visión de cancha y creatividad es completamente fuera de serie. Los 76ers jugarán con un 1-2 como base (Bayless), pero la pelota estará mayormente en manos de Simmons.

Saric, por su lado, ya es más conocido en el medio y tiene todo para destacarse en la posición de ala pivote, donde cumple a la perfección con rol moderno de ese puesto. Embiid, por su parte, es la mayor incógnita: el pivote viene de dos años sin jugar por lesiones y aunque su talento es innegable, veremos cómo se encuentra físicamente. Si está bien, tranquilamente podría transformarse en el jugador más determinante del equipo, incluso por encima de Simmons.

En cuanto a expectativas reales de resultados, la fase dos del proceso todavía no piensa en eso. Los Sixers son uno de los equipos más jóvenes de la temporada y varios de sus jugadores más importantes son novatos. Si bien se espera que ganen más de 10 partidos (cifra de la 2015/16), nadie los tiene en cuenta como reales contendientes en la Conferencia Este y es muy poco probable que lleguen a la postemporada. Todo pasará por el desarrollo a futuro de sus jóvenes.

Por último, un detalle interesante para los seguidores hispanos pasa por la vuelta de Sergio Rodríguez a la NBA. El Chacho quiere revancha luego de un paso con más puntos bajos que altos y al menos por estilo, la propuesta de Philadelphia parece caerle perfecto a su juego. Atentos cuando Rodríguez, Simmons y Saric están al mismo tiempo en cancha, porque con su inventiva, son promesa de espectáculo.

Puntos altos. Serán un equipo atlético y con buen potencial defensivo, contando con mucha presencia y variantes en la zona pintada. Cuando puedan correr la cancha serán peligrosos, mientras que en las ofensivas estacionadas se destacarán por la capacidad de pase y creación de varias de sus piezas.

Puntos bajos. La falta de experiencia es lo más importante que salta a la vista, aunque el mayor déficit del equipo pasa por la total falta de tiradores. Un quinteto inicial con Simmons, Noel y Embiid al mismo tiempo, incluirá a tres jugadores que prácticamente no anotan fuera de la zona pintada y si bien Bayless y Henderson pueden lanzar desde el perímetro, ninguno es un real especialista. Las defensas se les cerrarán y se les complicará conseguir puntos fáciles fuera de los ataques en transición.