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Tres años habían pasado desde que el proyecto de San Lorenzo en la máxima categoría de la Liga Nacional había dado el primer paso. Todo para, a fin de cuentas, estar en esta situación única y deseada: la final de América. Y aunque sufrió más de lo pensado tras tomar una diferencia de 15, se llevó el título tan esperado con una actuaciín global sólida, con varias figuras destacadísimas: Deck (22 puntos y 10 rebotes), Aguirre (11+9+9) y Mata (un león en los dos costados del campo). Fue 79-71 y festejo mayúsculo en Boedo.

De arranque, Mogi hizo valer su poderío exterior, con Taylor tomando mucho protagonismo con su tiro (8 puntos en dos minutos, con 2/2 triples) y Stallworth demostrando por qué es quizá el anotador más furioso del continente de la última década. Rapidito sacó 10 Mogi (6-16), ante un San Lorenzo totalmente dependiente de Deck, nervioso, testarudo en ataque, pasándose poco el balón, intentando calmar la ansiedad propia y de un estadio que reventaba. 

Para recuperarse, r más corazón que juego, aunque al menos comenzó a variar el repertorio ofensivo, con Mata penetrando y descargando, con Aguirre siendo más agresivo, con Safar siempre amenazante desde el perímetro. Igual, Mogi (ya sin Caio, lesionado) controlaba el ritmo, hasta que salió Taylor y todo cambió. Anthony le dio más solidez atrás, se fortaleció la defensa perimetral sobre los tiradores y adelante se le pasó la ansiedad inicial para empezar a hacer valer su plantilla de jerarquía, muy superior en lo que se refiere a la segunda unidad de cada uno. Tras estar 11 abajo (12-23), San Lorenzo aprovechó esa situación e igualó en 25.

Todo empezó a costarle mucho a los dos. Las defensas se pusieron muy físicas y el juego se trabó bastante. En ese esquema, el que más fácil se salía de la telaraña era Deck, que haciendo un enorme desgaste físico (no salió en los primeros 20 minutos), marcaba otra vez el camino, con 15 puntos en una disputadísima primera mitad (40-38). El otro que se salía del libreto era nuevamente Taylor (16), que con su regreso volvió a darle a Mogi gol y variantes.

La diferencia de planteles quedó plasmada en el tercer cuarto. San Lorenzo pasó literalmente por arriba a su rival, que se fue apagando de a poco, sin resto físico. Los locales, desde Aguirre hacia el resto, se fueron contagiando entusiasmo, hambre del que quiere ser campeón y Mogi desapareció del partido. San Lorenzo clavó un parcial de 17-4 y le sacó 15 (57-42), para tomar el control absoluto. 

Mogi gastó sus últimos cartuchos con mayor participación de Cornell, que había estado buena parte de la primera mitad ausente por problema de faltas. El solito puso a Mogi a 2 con una racha ofensiva tremenda ante un Deck exhausto, y segundos después, Filipin silenció al Pando con una bomba para volver a poner a Mogi arriba 62-61 después de muchísimo tiempo. 

Lo bueno de San Lorenzo fue que no se desesperó, aunque la presión se notaba. Mental y física. Final cerrado favorecía a Mogi. Pero San Lorenzo tiene nombres, y hombres. Gonzalo García se quedó con su cinco a muerte hasta el final (Aguirre, Tucker, Mata, Deck y Calfani) y ellos respondieron. Tucker sumó varias conversiones de su estilo, defensa y rebotes, Mata un poco en todos lados, como Calfani, Aguirre hizo un juegazo global y Deck le puso la frutilla a su noche perfecta con libres y un par de golazos de su sello. Terminó 79-71 y así San Lorenzo se sacó una gran mochila de encima, con un título que buscaba hace 3 años y que ahora se lo llevó invicto.