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El Draft es una de las ceremonias más emblemáticas e importantes en la historia de la NBA. Gracias a él y a las decisiones que se toman en esa noche, muchas franquicias pueden empezar a reconstruirse al encontrar un joven talentoso que se convertirá en una figura. Sin embargo, hay ocasiones en las que los mejores jugadores caen a puestos inusuales. Por eso, en este artículo hacemos un repaso de las mejores selecciones de segunda ronda en la historia.

Manu Ginóbili: seleccionado en la posición número 57 del Draft de 1999 por los San Antonio Spurs, el argentino puede ser considerado el mayor robo en la historia de la ceremonia. Tardó muy poco en convertirse en una pieza fundamental de la dinastía que ganó cuatro campeonatos entre 2003 y 2014, conformó uno de los Big Threes más poderosos de todos los tiempos y se estableció como un emblema en el rol del sexto hombre, premio que ganó en 2008.

Draymond Green: un jugador vital para el funcionamiento de la dinastía más reciente de la NBA que apareció en el puesto 35 del Draft de 2012. Golden State Warriors encontró en él al pegamento perfecto para todos los otros componentes del plantel. Green emergió como un jugador completo, capaz de impactar tanto en defensa como en ataque y de aportar en todos los aspectos del juego. Fue campeón en tres ocasiones y lo nombraron Mejor Defensor del Año en 2017.

Dennis Rodman: para muchos, el mejor defensor que la liga ha conocido. Rodman no sólo fue cinco veces campeón de la NBA y conformó dos de los conjuntos más recordados en la historia, sino que también solidificó su figura como la de una estrella que no necesitaba anotar y lucirse en ofensiva para serlo. Se consagró dos veces con los Detroit Pistons (1989 y 1990) y tres con los Chicago Bulls (1996, 1997 y 1998), lideró la tabla de reboteadores de forma consecutiva durante siete años y fue elegido DPOY en 1990 y 1991. Nada mal para la elección número 27 del Draft de 1986.

Willis Reed: quizás ningún otro atleta haya tenido tanta injerencia en la vida deportiva de los New York Knicks. El pivote fue la figura de los únicos dos campeonatos (1970 y 1973) que posee la franquicia de la Gran Manzana y en ambos se llevó el MVP Finals. Promedió un doble-doble en siete de las diez temporadas que jugó y entró al Hall of Fame en 1982. Los Knicks, que lo escogieron en el octavo puesto de la segunda ronda de 1964, se lo agradecerán eternamente.

Mark Price: uno de los bases más completos y menos recordados de la década del ochenta. Con él en cancha, los Cleveland Cavaliers se posicionaron como una institución competitiva que luchó contra los mejores de la Conferencia Este y dio sus mejores años de básquet antes de la aparición de LeBron James. Price promedió 15,2 puntos, 6,7 asistencias y 1,2 robos durante su trayectoria, siendo una verdadera garantía a la hora de crear juego en ofensiva. Los de Ohio lo consiguieron en el Draft de 1986 con la elección número 25.

Nate Archibald: el hombre que ha logrado algo que nadie más ha podido hacer. Tiny fue capaz de liderar a la NBA en puntos y asistencias durante la temporada de 1972/73, en la que promedió 34 y 11,4 respectivamente. Durante su carrera fue seis veces All-Star y ganó un título con la camiseta de los Boston Celtics en 1981, ya en sus años de veterano. Cayó en manos de los Cincinnati Royals luego de ser seleccionado con el pick 19 de la segunda ronda del Draft de 1970.

Alex English: tal vez el mejor jugador en la historia de los Denver Nuggets. Fue ocho veces All-Star, líder de anotación de la liga en 1983 y tiene su dorsal retirado en la franquicia. Pocos han sido capaces de convertirse en una garantía en ataque como lo ha hecho English, quien también llegó a la NBA en la segunda ronda del Draft. En este caso, con el puesto 23 de la edición de 1976 y por parte de los Milwaukee Bucks.